La periodista Marita Alonso nos trae este libro imprescindible, mordaz e inteligente sobre las relaciones amorosas y sexuales, acompañado de las ilustraciones de Alfonso Casas. « Todo lo que te voy a contar te puede parecer excesivo, exagerado, incómodo, incorrecto o inmoral. Incluso todas las opciones anteriores. Pero al menos, todo lo que te cuento es completamente cierto. Y esto es más de lo que muchos hombres te van a ofrecer. »
Marita Alonso, la autora de este texto, no cree en la autoayuda ni en los manuales que pretenden arreglarte la vida; por eso decidió escribir un antimanual -basado en sus nefastas experiencias- que sirva como guía y ejemplo de lo que es mejor no hacer. ¿Se puede ser feliz sin tener una vida sentimental de película? Basta con leer los argumentos de Marita, hacer un ejercicio de razonamiento inverso y... ahí está: la fórmula idónea para ser una fucker del amor.
En Antimanual de autodestrucción amorosa encontramos una crítica mordaz e inteligente del amor (el inculcado por Disney); del sexo (el sucio y el impoluto); de los hombres (casados, solteros con miedo al compromiso o geranios con testosterona) y de las mujeres (sin filtros). Las ilustraciones de Alfonso Casas , uno de los ilustradores más tiernos y originales de la actualidad, dotan de humor y cariño a este hilarante y divertido libro.
«Todos seríamos mejores si tuviéramos conciencia de que más pronto o más tarde nos vamos a equivocar. De que nadie, por importante que sea, está libre de meter la pata. De que ningún nacido, por muy en serio que se tome a sí mismo —y en esto hay individuos que rozan la sublimidad—, está libre de que en el momento menos pensado cualquier gilí —¿y por qué está tan seguro de que el gilí no lo es usted?— se le va a reír en las narices. Y con toda razón, que es lo peor. »Este libro de Eduardo Ruiz de Velasco, extraordinariamente divertido, adquiere todo su valor si lo leemos con la sospecha de que nosotros podríamos estar incluidos —“todos estamos condenados a cometer alguna pifia tarde o temprano”, dice el autor—, lo que no sucede, tal vez, porque no somos tan importantes como creemos. »Es un libro que, a la vez que nos previene, nos hace más tolerantes. Es decir, nos ennoblece.» (Del prólogo de Antonio Mingote.)
Antrobus, el protagonista de estos veinte relatos, es un inglés de la vieja escuela, y toda una institución dentro del Foreign Office. Anclado en el pasado, este anticuado diplomático ha estado destinado, durante los pasados treinta años, en Vulgaria [sic] y otros enclaves situados detrás del Telón de Acero. Aunque no pueda decirse que todas las desgracias que ocurren sean culpa del pobre Antrobus, lo cierto es que él, al igual que todo el cuerpo diplomático, anda siempre metido en dificultades. Jefes de misión, agregados militares, attachés de prensa y toda la pintoresca fauna que puebla las embajadas desfilan por las páginas de este libro complicando aún más las cosas. Y si finalmente consiguen salir airosos, no cabe la menor duda de que se debe a, como dice nuestro protagonista, su gran «firmeza ante la adversidad».
Tras un invierno duro, umbrío y de lucha constante con su otro yo, Inés cree estar encontrando el camino, tanto para entender lo que sucede a su alrededor como para comprenderse a ella misma. Aparentemente más relajada, en una isla paradisíaca a la que ahora sí parece estar encontrándole el punto, con la intención de mantenerse lejos de Maldito Gregorio, amigos nuevos y un posible trabajo que de verdad la motiva, afronta un verano que dista mucho de todo lo que había vivido con anterioridad y en el que Inesastra, que parece haberse acomodado a su lado y sigue apareciendo, aunque no siempre de la manera más oportuna, tiene mucho que decir. Con altibajos tanto en el plano sentimental como personal, echando de menos a su familia, con algún que otro susto y disgusto a causa del pasado y del presente, llega al punto en el que, cuando todo parecía ir bien, plantearse el futuro hace mella en el presente Y es que, cambiar de vida y recomponerse tras una decepción nunca es fácil y, aunque se encuentre la manera, ni suele ser rápido, ni suelen sanar todas las heridas por completo, ni es fácil entender que todos tenemos un pasado que no podemos borrar de un plumazo. Por mucho que Inesastra diga, por mucho que Inés quiera.
Entre Canadá y Japón, entre la más aguda disección de la realidad y el surrealismo más hilarante, Apocalipsis para principiantes es una comedia romántica entrañable e inteligente sobre dos grandes amigos que podrían llegar a ser novios si no fuera porque uno de ellos está plenamente convencido de que el fin del mundo se acerca.
La familia Randall siempre fue un poco extraña. Durante generaciones, cada miembro recibe una visión profética del fin del mundo, siempre en una fecha diferente. Cuando llega ese día y no ocurre nada, otro Randall se vuelve loco. En el verano de 1989 la madre de Hope Randall, en un intento de evitar el apocalipsis inminente, se sube a su Lada y se dirige al oeste… Pero el coche se avería en la pequeña ciudad de Rivière-du-Loup, Quebec, donde madre e hija se quedan a esperar el anunciado apocalipsis, mientras viven en el local de una antigua tienda de animales exóticos.
La familia Bauermann ha estado en el negocio del cemento durante generaciones, pero Mickey no tiene intención de continuar esa tradición familiar. De momento pasa cada segundo libre con Hope, la chica más extraordinaria e inteligente que ha conocido. Los adolescentes se refugian en el sótano de Mickey, al que llaman el Búnker, desde donde ven, a través de la pequeña pantalla, cómo el siglo XX se desmorona y se transforma para siempre. Pero cuando el destino de Hope como una Randall se revela por casualidad en un bol de fideos chinos, siente que la única manera de lidiar con el fin del mundo es enfrentarse a él, se aleja de Mickey y comienza su propio viaje…
Año 1975. Sarah Robinson es una buena chica que siempre obedece a sus padres. Con diecisiete años, intenta adaptarse al modelo que establece su madre sobre lo que es la mujer ideal. Según éste, una agraciada ama de casa de medidas perfectas es lo más adecuado para pescar un buen marido. Pero Sarah no encaja en ese molde y hay una parte dentro de ella que quiere rebelarse. Y comenzará a mostrar su verdadero carácter ese verano, en el que, mientras ella ansía conseguir al chico elegido por sus padres, del que se cree enamorada, un joven agitador se cruzará en su camino y le mostrará de todo lo que es capaz. John Lowell tiene muy claro lo que no quiere hacer en la vida: parecerse a su padre. Así pues, a sus dieciocho años decide plantarse y, con su desaliñado aspecto, su ruidosa motocicleta y sus atrevidas apuestas, llegará al aburrido pueblo de Whiterlande, donde logrará que todo cambie. Allí conocerá a la «recatada» Sarah Robinson, a la que provocará continuamente para sacar a relucir a la osada mujer que esconde en su interior, la única capaz de seguirlo en su juego. El inconveniente es que, mientras que John se ha fijado en Sarah, ella sólo tiene ojos para el chico perfecto al que nunca ha dejado de perseguir. ¿Conseguirá John ser tan afortunado en el amor como en el juego? ¿Apostará finalmente Sarah por él? Descubre en esta historia cómo las locuras de un amor de verano pueden convertirse en algo más…
Ramón de España moldea la realidad partidista catalana para construir un espectáculo de variedades que deja en mantillas a los sainetes de Arniches o Pitarra. Con una lucidez extraordinaria pone al descubierto las vergüenzas del Astut o de Cocomocho mediante la fina ironía y el buen humor. Las debilidades, contradicciones y absurdos del procés secesionista quedan al descubierto cuando el autor pone su lupa sobre las diversas etapas que ha ido avanzando, por no decir quemando, esta operación de ingeniería política y social. Así la Vía Catalana se convierte en el «corro de la patata» y el zigzagueo partidista de Ada Colau se convierte en puro oportunismo a la hora de afrontar si de mayor quiere ser la liberadora de Cataluña o la amiga del resto de pueblos que viven en armonía en una hipotética República de la Península Ibérica Feminista, Macrobiótica, Vegana y Sostenible. Esta recopilación de sus cien primeros artículos en Crónica Global muestra lo más granado del mejor cronista de la política catalana actual.
En «Aquí no paga nadie», Dario Fo refleja la sociedad italiana en plena crisis social y económica de los años setenta. Es la rebelión de una mujer, Antonia, que junto con otras muchas mujeres de su barrio en el momento de hacer la compra en el supermercado comprueba indignada que los precios han vuelto a subir otra vez más escandalosamente y deciden, uniendo el valor de todas y por una vez en su vida, rebelarse y llevarse los alimentos sin pagar. Antonia vive con Juan (honesto cumplidor de la ley) son un matrimonio maduro, los acompañan Luis y Margarita, una joven pareja amigos y vecinos suyos, entre todos nos muestran las penalidades.
Un maestro de judo caído en la antropofagía, un taxista que vive los últimos días de una estrella de rock a través de sus sueños, niños y adultos que juegan con fantasmas y visiones de corporaciones alienígenas.
Carla Suárez es una chica algo estrambótica a la que le gusta llevar el pelo de mil formas y tonos diferentes y vestirse con ropa de múltiples colores que a veces ni siquiera combinan entre sí; sin embargo, es un cerebrito: es ingeniero informático y habla nueve idiomas.
Nada más terminar la carrera recibe una oferta de trabajo, y cuando acude a la entrevista se encuentra con que Víctor Trueba, el hermano mayor de su mejor amiga, trabaja allí como psicólogo. Víctor es un hombre extremadamente serio y aburrido, que siempre lleva traje azul y corbata y de quien ella se burló mucho en su adolescencia.
Cuando empieza a trabajar se da cuenta de que ni él es lo que parece ni la empresa tampoco.
Una sátira y una reflexión sobre la importancia decisiva de las apariencias, un personaje exquisito que lidia en un mundo de malvados. Una mañana de invierno, Lorimer Black, apuesto, elegante, discreto, acude a una cita de trabajo y encuentra a un hombre ahorcado. A partir de este presagio ominoso, todas sus certidumbres, tan concienzudamente labradas, comienzan a desvanecerse y el orden calculado por el que se regía se quiebra irremediablemente, desbaratando cualquier previsión. Armadillo es una divertida, disparatada y entretenida novela sobre el absurdo de la vida en una gran metrópoli como Londres, donde acontecimientos sorprendentes pueden volver del revés hasta la existencia más aburrida.
Armando es una persona de cuarenta y seis años, desempleado en faenas laborales y desgraciado en amores duraderos, no así en ligues ocasionales, donde podría decirse que las mata callando. Gracias a la presteza de su sincera fogosidad apasionada suele conseguir favores, concesiones y recompensas cariñosas de las mujeres de su entorno más cercano, con indulgencias posteriores de todas ellas, no llegando en muchas ocasiones a percatarse de que él ha sido el que realmente sucumbió a los encantos de ellas, que al igual que nosotros tratan sin mayores complicaciones de pasárselo lo mejor que pueden, alejadas de amarres y trincajes, donde todo el mundo procura apuntarse a este menester durante este corto período de tiempo que duran las condiciones humanas de un tenaz vigor saludable.
El viejo pueblo de Deepdene, tan viejo como el mismo mundo, estaba soñoliento bajo el sol de aquel atardecer. Sólo un par de caballos, uno o dos cerdos y media docena de vacas erraban por sus calles. Unas cornejas lanzaban sus armoniosos graznidos desde las copas de los árboles, y en un campo cercano una codorniz saltaba de un lado a otro, indiferente a todo. En el umbral del «Pelican», el más anciano, de los habitantes de Deepdene, miraba fija y pensativamente hacia la lejanía, mientras mascaba tabaco y escupía. La paz envolvía la tierra: otro día estaba tocando a su fin.
Mortimer Brewster es un periodista cuyos artículos en contra del matrimonio son conocidos, no obstante se casa con Elaine, vecina suya desde que eran pequeños. Ahora debe realizar un breve viaje para visitar a sus cuatro tías mayores y ponerlas al corriente de la novedad. Con sus tías vive el hermano de Mortimer, Teddy, que cree ser Theodore Roosevelt. Mortimer encuentra un cadáver escondido en un arcón debajo de la ventana y sospecha de Teddy, pero sus tías le explican que son ellas las responsables.
Mordaces, ingeniosas, incisivas, jocosas. En décimas, en sonetos, en tercetos encadenados, en romances, en octavas reales. Disfrazadas de odas, de fábulas, de epigramas, de letrillas… La sátira política en estrofas clásicas es una de las grandes tradiciones de la literatura española. La han cultivado muchísimos escritores: de Quevedo y Góngora en el XVII a Leandro Fernández Moratín, Samaniego o Iriarte en el XVIIIi y Zorrilla, Campoamor o Bretón de los Herreros en el XIX. Arsenio Escolar, periodista y analista político en ejercicio, pero también filólogo de formación y ganador —hace muchos años— de algunos galardones como poeta «serio», recupera ahora el género para trazar una punzante crónica de la actualidad española, casi un ensayo de los años de la crisis y de los recortes, de la confusión ideológica, de la desigualdad y de la pérdida de valores. El autor critica, caricaturiza y dispara indiscriminadamente a tirios y troyanos. Lo firma además con su nombre, pese a la cercanía a muchos de sus retratados. Reciben, así, su dosis de vitriolo en este libro Mariano Rajoy, el rey (el anterior y el actual), Esperanza Aguirre, Pablo Iglesias, Ana Botella, Alfredo Pérez Rubalcaba, Cristiano Ronaldo, Belén Esteban… Y hasta el propio autor en el título, porque el humor bien entendido empieza por reírse de uno mismo.
Sergio ha comprado un cuadro moderno por una gran suma de dinero. Marcos lo odia y no puede creer que a un amigo suyo le guste una obra semejante. Iván intenta, sin éxito, apaciguar a las dos partes. Si tu amistad está basada en un mutuo acuerdo tácito, ¿qué pasa cuando una persona hace algo completamente diferente e inesperado? La pregunta es: ¿eres quien crees que eres o eres quien tus amigos creen que eres? Esta deslumbrante comedia de Yasmina Reza se estrenó en París en la Comédie des Champs-Elysées en octubre de 1994 donde permaneció 18 meses; en Berlín en el Teatro de la Schaubühne en octubre de 1995; en Londres en el Wyndham's Theatre en octubre de 1996; en Nueva York en el Royal Theatre en marzo de 1998 y últimamente en Madrid en el Teatro Marquina, con una dirección de José María Flotats, en septiembre de 1998, ganadora de los premios Max y de los más prestigiosos galardones españoles.
Compuesto a principios de la década de 1770, no se publicó en vida del autor sino más de un siglo después de su creación, en 1898, debido a la férrea censura que impuso la Inquisición española, que lo incluyó como libro prohibido en la edición de 1790 del «Index Librorum Prohibitorum». Esto no fue óbice para que los círculos literarios de la época elogiasen la obra de Moratín padre. Se trata de un anecdotario, punzante y sarcástico, que relata las peripecias de las trabajadoras de la noche de un pujante Madrid borbónico. Moratín describe aquí con precisión los trabajos de las mujeres que obran la prostitución, brindando testimonios que permiten reconstruir de forma ejemplar la situación de las mujeres en la España de la época. A pesar de ello sigue impregnada de la misoginia característica de aquel tiempo. Consta de cuatro cantos con 475 versos, por su tema ha sido relacionado con otras obras del mismo género entre las que descuella «El jardín de Venus», de Félix María Samaniego.
A Sara la han echado del trabajo. Era organizadora de bodas en la empresa de Barcelona más importante del sector. Pero cometió un error. O dos. Mientras su vida se hunde por momentos, enfrentada a una querella estratosférica y viendo truncada también una incipiente historia de amor con el que fue su jefe, le llega una llamada que lo cambiará todo. Sara debe volver a su pueblo natal, Villajúbilo de Polvadares, donde le surge la oportunidad de montar una boda hortera. Esta nueva etapa vital, que transcurre entre viñedos y verbenas, quizá le sirva a Sara para reconectar con sus raíces y con los amigos de la infancia. Con algunos más que con otros, si es que logra deshacerse de su «yo» urbanita.
Por fin, los articuentos completos de Juan José Millás, ese género de su invención que define como «crónicas del surrealismo cotidiano dosificadas en perlas». Y con ellos llega el sobresalto, la carcajada y el regusto placentero provocado por la irrupción de lo inaudito en una realidad que conocemos bien… o eso pensábamos. Si el más exhaustivo de los archivos gastronómicos tuviera un equivalente literario, se parecería a este libro. Los articuentos resucitarán tu matrimonio, con ellos oirás el viento de tu historia personal cuando vayas a buscar hielo durante una fiesta y, al ir a dormir, mirarás de reojo tu ropa en el galán de noche, por si acaso… ¿Para qué sirve un articuento? Para reavivar el lenguaje, para ensayar nuevas fórmulas entre la realidad y la ficción, para renovar el ojo crítico, la mente abierta y la risa aparentemente fácil… Para buscar la verdad y encontrarla. Pero, sobre todo, para hacerse adicto a ese mundo paralelo que sólo el maestro Millás es capaz de vislumbrar.
La mansión de Rudhall Manor ha sido escenario de un asesinato y un robo. Un cofre de joyas ha desaparecido y lord Sedley, un viejo y lascivo aristócrata, ha recibido seis puñaladas en el pecho. Todo es muy misterioso, y la familia Sedley y el servicio han llegado a la conclusión de que la señorita Lucy Anne Trotter, una institutriz que lleva poco tiempo en la casa, es la culpable de esos infortunados sucesos. Al enterarse del asunto, el legendario y apuesto marqués lord William Adair decide intervenir para descubrir la verdad de lo ocurrido. Lucy, sin embargo, tiene poca fe en las personas de sangre azul —aunque posean un físico arrebatador— y, acompañada por dos traviesos carlinos y un cuervo con muy mal genio, decide investigar por su cuenta para desenmascarar al asesino. Sus pesquisas resultarán mucho más complicadas de lo que esperaba: sirvientes arrogantes, verrugas en lugares extraños, romances entrecruzados, gallinas cluecas y espantosos disfraces irán dando al traste, uno por uno, con todos sus planes. Pronto empieza a preguntarse si por una vez no se habrá metido en un lío del que no podrá salir…