El cuento es ese lugar donde se vuelven posibles los deseos misteriosos y sensuales de un escritor. En esta antología personal, Mónica Lavín hace un inventario de todas esas historias que nacieron a la par de una novela, en medio de una conversación, con la intención de suspender por un instante la vida para acercarse mejor y observar con cuidado a esos seres que tienen el corazón roto o llevan su soledad a cuestas. El día a día se vuelve tedioso, pero al mismo tiempo posee una cálida extrañeza que se torna familiar para el lector de estos relatos, tan llenos de emociones que se leen casi a escondidas de uno mismo para revelar con sigilo los deseos del corazón humano. «El cuento debe punzar, debe tener esa malicia de ojo morado», ese ha sido el impulso que ha motivado a Mónica Lavín a revelar una de sus facetas más enigmáticas, aquella que no teme al afecto y al poder de las palabras.
Los mejores textos sobre fútbol de Montero Glez.En A ras de 'yerba'. Apuntes futboleros Montero Glez examina, con el estilo salvaje y elegíaco que le caracteriza, las luces y sombras del deporte rey. En estas páginas se disecciona a personajes como Beckham, Ronaldinho, Raúl o Messi, pero también a leyendas del fútbol y aledaños como Maradona, Leonidas da Silva y Helenio Herrera, o Eduardo Chillida, Luis Miguel Dominguín y Héctor del Mar.
El 8 de junio de 1978 el mundo recibió la sorprendente noticia de que Naomí James, de veintiocho años de edad, había dado la vuelta al mundo en un velero, en solitario y batiendo al mismo tiempo todos los récords de velocidad. Hija de un criador de ganado en Nueva Zelanda, recién casada y con solo dos años de experiencia, Naomí —que con anterioridad nunca había gobernado un barco de vela por sí sola— estableció una nueva marca mundial e ingresó en la historia de la navegación a vela.
A solas con el mar es el relato espontáneo, vívido y cautivador de esa asombrosa travesía en solitario. Después de zarpar de Dartmouth, al sur de Inglaterra, Naomí James, a bordo de su yate, el Crusader , se apresta a cubrir 30 000 millas de navegación, en un itinerario inverso a la ruta seguida por Magallanes: tras rodear el continente africano, proyecta atravesar el océano Índico, recorrer el Pacífico hacia el sur, doblar el Cabo de Hornos, remontar el Atlántico y regresar al punto de partida. Naomí nos habla de su desesperación al estropearse su radio y enfrentarse con meses de silencio; de su desconcierto al descubrir después de tres meses en alta mar que había confundido la latitud con la longitud; de su pesar cuando Boris, el gato de la embarcación, cayó por la borda, y de su terror ante el vuelco que dio su velero un amanecer. Al igual que todos los navegantes solitarios, Naomí temía el Cabo de Hornos; finalmente rodeó «ese viejo fantasma» casi sin darse cuenta: «Incluso es posible que haya estado dormida en esos momentos».
Esta historia de heroísmo con toques humanos y personales, de épico coraje y resistencia, debe figurar entre los clásicos de la literatura de grandes aventuras. No se trata meramente del memorable documento de un viaje histórico; el relato de Naomí nos habla también de las razones por las que los hombres y las mujeres desafían a los elementos y se atreven a intentar lo que parece imposible en su infatigable afán de superación y en la búsqueda del conocimiento de sí mismos.
El 1.º de enero de 1979, en reconocimiento a su extraordinaria hazaña, Naomí James fue nombrada Dama Capitana de la Orden del Imperio Británico, uno de los títulos más elevados que se haya concedido en su país a una mujer.
La primera novela de Boris Vian, con motivo del cincuentenario de su muerte. Una de sus obras más trepidantes y representativas. Cuatro amigos -el refinado Adelfín, el estrafalario y lúbrico Serafinio, el mayor Loostiló, policía en la reserva, y su compinche Antioquío- parten en busca de un misterioso y pequeño artefacto, el "barbarón bífido", desaparecido o quizá robado durante una fiesta.
Si buscas un libro original, realista y diferente, con este, has dado en el clavo. Imprégnate de la magia de esta obra, en la que el autor quiere expresar, a través de Pensamientos, Sentimientos y Alma, su versión de una realidad explosiva en magia. La obra pretende dibujar los ojos del autor en los del lector. Causar el efecto que lleve a una actitud que brinde motivación, entusiasmo y positividad, que debieran ser la base de la vida humana. De una vida humana feliz.
Una bella historia de amistad, amor y superación contada a través de los ojos de un perro guía. Cross es un perro guía alegre y travieso. Mario es un joven invidente que intenta abrirse camino en la vida. Juntos forman un equipo inseparable. A través de mis pequeños ojos es una conmovedora novela que narra las divertidas peripecias de Cross en el mundo de los humanos. Su autor, Emilio Ortiz, nos cuenta una realidad que él conoce bien, pues tiene su propio perro guía, llamado Spock, casi tan travieso como Cross.
Una fría mañana de diciembre de 1984, Griselda, argentina exiliada en Francia, se despierta con un fuerte dolor de cabeza. Tras pedir auxilio infructuosamente a Claudio, su marido, vuelve a casa, llena la bañera y ahoga en ella a sus dos hijos menores. La mayor, Flavia, de apenas seis años, se salva por hallarse en la escuela. Treinta años después, Laura Alcoba entrevista a los supervivientes de esta tragedia y, sin despejar el misterio del acto de Griselda, intenta acercarse a lo inconcebible. Preguntada sobre su madre, Flavia, que ahora es una exitosa fotógrafa, la describe como «presente, amorosa. Muy amorosa».
Cuando Ellinor, a los casi setenta años, vuelve a quedarse viuda, decide que ha llegado el momento de ajustar cuentas. Al menos con Anna, la que fuera su mejor amiga, y con cuyo marido Ellinor se casó. Y quizá, también, ha llegado el momento de volver la vista atrás y reconsiderar algunas decisiones que tomó en el pasado. Lo hará en una larga carta dirigida a esa gran ausente, Anna. Desde el presente —sus hijastros, las mujeres de éstos y los nietos; el cambio de casa, que no es sino un regreso a sus orígenes, a barrios más humildes—, Ellinor va remontándose hasta su propia infancia y hasta su madre, quien vivió una hermosa pero arriesgada historia de amor que la marcó, a Ellinor y a su madre, hasta límites insospechados.
Sin alharacas ni presunciones, Javier Marías se ha convertido en uno de los indiscutibles maestros del actual columnismo, como puede comprobarse en los ciento cuatro artículos contenidos en A veces un caballero , escritos entre 1998 y 2001. Casi siempre educado, resulta sin embargo más impertinente que cualquier provocador profesional, sin más adorno que el de la diversión, su prosa es siempre punzante y ágil; dotado para la vehemencia contagiosa, también es capaz de hacer soltar a menudo la carcajada; sin rehuir los asuntos cotidianos, nos lleva a pensar en nuestro tiempo de manera inesperada y profunda; sus rememoraciones ocasionales nunca caen en la excesiva nostalgia, pero logran emocionar sobriamente. Todo ello, cada vez, en el espacio de tres o cuatro páginas tan sólo. El autor consigue crear un estado de ánimo con cada pieza, y, lo que es más importante, hace que sus relatos y sus reflexiones lleguen a afectarnos personalmente, y que tras su lectura veamos un poco más claro y limpio el mundo por el que transitamos. «A veces un caballero… y a veces un rufián» , como el propio Javier Marías reconoce en su prólogo, sus impecables razonamientos, sus evocaciones, su inconformidad y su guasa obran como infalible estímulo para la inteligencia.
La mayor parte de los artículos de este libro son lo que pudo hacerse, al menos lo que pude hacer yo, cuando me metí de lleno a observar lo que los otros pudieron hacer: respuestas culturales a respuestas culturales. En paralelo a su destacada carrera como escritora de ficción, Lorrie Moore ha colaborado en diversas publicaciones con artículos sobre literatura y escritura, arte, películas, series y política actual, entre otros temas. A ver qué se puede hacer es la selección que Moore ha hecho de sus ensayos y reseñas escritos a lo largo de más de treinta años que van de Philip Roth a Margaret Atwood y Alice Munro; del affaire Clinton-Lewinsky a Barack Obama; de Titanic a The Wire y True Detective; de Anaïs Nin a Lena Dunham. Una colección de reflexiones y lecturas sin desperdicio con la mirada certera y perspicaz de una de las escritoras más reconocidas de la literatura estadounidense de los últimos tiempos. La mayor parte de los artículos de este libro son lo que pudo hacerse, al menos lo que pude hacer yo, cuando me metí de lleno a observar lo que los otros pudieron hacer: respuestas culturales a respuestas culturales.
“En el fondo, siempre he creído que merezco todo lo malo que me pasa”, afirma Jane Howard, la protagonista de Abandonar el mundo. Es posible que tenga razón. Su vida está tan repleta de incidentes, de desengaños y de trampas que quizá el lector llegue a la misma conclusión. Además de su facilidad para meterse en callejones sin salida, elegir a los hombres equivocados y perder empleos envidiables, Jane Howard tiene una extraordinaria capacidad para superar los obstáculos, para empezar de nuevo en Harvard, Maine o Canadá. Todo empieza, como en muchos casos, en los primeros años de su vida. La noche de su decimotercer cumpleaños, sus padres, borrachos, se pelean. A la vista del lamentable espectáculo, Jane grita que jamás se casará ni tendrá hijos. Al día siguiente su padre las abandona, y su madre siempre la ha culpado por ello. Esa ausencia marcará a Jane durante toda su existencia —llena de giros, de sorpresas y de búsquedas—, que nos descubre a una heroína llena de fuerza y de pasión, que lucha contra su propio destino y que conseguirá salvarse cuando menos lo espere.
Tierno e intenso, Abejas y truenos lejanos es la historia inquebrantable de amor, valentía y rivalidad de tres jóvenes que empiezan a comprender el significado de la amistad. En una pequeña ciudad costera, a un tiro de piedra de Tokio, se celebra una prestigiosa competición de piano. A lo largo de dos febriles semanas, tres músicos vivirán algunos de los momentos más felices (y dolorosos) de sus vidas. Aún no lo saben, pero cada uno cambiará de un modo profundo e impredecible a los demás para siempre. Aya era una virtuosa del piano que renunció a actuar tras la muerte de su madre y ahora busca regresar al escenario. Masaru, un amigo de la infancia de Aya que empezó a tocar el piano gracias a su insistencia, se reencuentra con ella después de muchos años, y está resuelto a que los dos triunfen. Akashi, casado y cerca de la treintena, trabaja en una tienda de música y es el «viejo» de la competición, aunque tiene la esperanza de conseguir una última oportunidad para triunfar. Y Jin, un prodigio de dieciséis años, es un espíritu libre, hijo de un apicultor que viaja sin cesar; no tiene una formación profesional (ni tampoco un piano), pero su visión cautivadora de la música llamó la atención de uno de los pianistas más célebres del mundo, el difunto maestro Von Hoffmann. Cada uno de ellos romperá las normas, asombrará a sus seguidores y llegará al límite. Pero ¿a qué precio? Riku Onda, una escritora muy apreciada en Japón, nos sumerge en el mundo de la música, desde las obras maestras del piano hasta el zumbido de las abejas y el retumbar de los truenos, para acabar esta rica y vibrante novela con un sorprendente crescendo final.
Aberraciones psíquicas del sexo o El Conde de Gabalis es la obra más rara y difícil de encontrar escrita por Mario Roso de Luna. A lo largo de estas páginas, Roso de Luna desarrolla en sus comentarios, enseñanzas y conocimientos desvelados de la obra El Conde de Gabalis — revelaciones acerca de las Ciencias Secretas, escrita por el Abate Villars en 1670. Debemos destacar que esta fue la última obra del Abate Villars y se da la extraña circunstancia que tras concluirla fue asesinado en pleno día en la ruta de Lyon. Tenía 38 años. Lo cierto es que, si bien en un disimulado tono irónico y satírico, indudablemente el Abate Villars reveló secretos cabalísticos más allá de lo permitido. Es sobre este texto que el Dr. Roso de Luna nos brinda a través de un excelente entramado de exposiciones, numerosos secretos y revelaciones sumamente profundas y controvertidas. Toda la obra trata sobre el comercio carnal entre seres humanos y espíritus elementales. Los amantes de los libros raros sobre esoterismo estarán encantados de poseerlo.
Organizados en once capítulos de poético orden temático, los cuentos reunidos en Abordajes literarios confirman que el mar es uno de los lugares por excelencia en la historia de la literatura universal: el mar fue siempre posibilidad y desafío, anhelo y nostalgia.
En esta antología no solo se cuenta sobre naufragios, océanos, puertos, marinos, bestias de mar, barcos y travesías a lo largo de distintas épocas y geografías. El lector también encontrará relatos sobre la voluntad de dominio, historias de mujeres pirata y monstruos marinos. Abordajes literarios contiene cuentos raros y desconocidos y por supuesto clásicos —en nuevas traducciones—, entre otras derivas.
Se incluyen, entre otros, textos de Claudia Aboaf, Mónica Ávila, Emilia Pardo Bazán, Ambrose Bierce, Ray Bradbury, Arnaldo Calveyra, Carlo Collodi, Arthur Conan Doyle, Joseph Conrad, Daniel Defoe, Lord Dunsany, Victoria Esplugas, C. E. Feiling, Góngora, Philip Gosse, Jorge Goyeneche, Patricia Highsmith, Franz Kafka, conde de Lautréamont, J. M. G. Le Clézio, Valeria Limardo, Jack London, Stéphane Mallarmé, Juan Mattio, Guy de Maupassant, Herman Melville, Jules Michelet, Edgar Allan Poe, Patricia Ratto, Juan José Saer, D. F. Sarmiento, Marcel Schwob, Mary Shelley, Robert Louis Stevenson, Bram Stoker, Antonio Tabucchi, León Tolstói y Jules Verne.
Con prólogo de Eloy Fernández Porta. Cuando apareció en los setenta, se dijo de Kathy Acker que era la sucesora de Henry Miller, la primera pornógrafa feminista y la Patti Smith de la literatura pospunk. Sus libros fueron considerados «obscenos», «perturbadores» e «iconoclastas». Robert Mapplethorpe la fotografiaba; en Nueva York se movía en el área de Andy Warhol, Laurie Anderson y los Talking Heads; realizaba performances en Londres; los oráculos de la modernidad la entrevistaban con frecuencia; algunos críticos abominaban de ella, mientras que otros le dedicaban arduos y sesudos estudios en los que la calificaban de «feminista poslacaniana». Aborto en la escuela (1984) es su obra definitiva, la novela que acabó de encumbrarla. Janey, su protagonista, se va de casa porque su padre –que también es su amante– se ha liado con otra mujer, y emprende un largo viaje hacia el fin de la noche narrado mediante todo tipo de recursos: «cut-ups» a o Burroughs, reescrituras y parodias de otros escritores (Hawthorne y Sade, Shakespeare y Emily Brontë), dibujos (¿obscenos?, ¿pornográficos?) y poemas, así como las más vitriólicas diatribas contra la religión, el gobierno y el lenguaje de los biempensantes, tejen la trama de este libro caleidoscópico, especie de mil y una noches de pesadilla, soñadas en los bajos fondos de Tánger y Nueva York. Libro pionero y de culto, clásico moderno del feminismo rock que anticipó múltiples preocupaciones rabiosamente actuales, Aborto en la escuela, que ahora rescatamos con un prólogo esclarecedor y enciclopédico de Eloy Fernández Porta, sigue siendo un festín de inventiva y provocación, un fantástico (y fantasioso) cóctel molotov de sexo, política y teoría que hoy resulta más saludablemente inflamable que nunca.
Antes de continuar con su viaje a Nueva York, el anónimo protagonista decide descansar un tiempo en una pequeña ciudad. Una tarde conoce a Anna, una pobre madre soltera abandonada por su anterior marido. «Abril, historia de un amor» es una de las primeras narraciones publicadas por el escritor Joseph Roth.
En una carta dirigida a Harrison Smith —el editor en 1929 de “El ruido y la furia”—, fechada un jueves de agosto de 1934, es donde empezamos a tener las primeras noticias de esta novela: «Tengo un título para ella que me gusta, dicho sea de paso, “¡Absalón, Absalón!”: la historia de un hombre que quiso tener un hijo a fuerza de orgullo, que tuvo demasiados, y al que sus hijos destruyeron». Este germen de su obra lo terminó Faulkner en Mississippi el 31 de enero de 1936. «Es una historia torturada y una tortura escribirla», le espetaría a su editor y amigo Ben Cerf. Faulkner siguió pensando la novela incluso después de haberla terminado. Escribió una ordenada cronología. La genealogía incluía a diecisiete personajes y volvería sobre ello para nuevamente añadir a mano más detalles. Luego incorporó un mapa del condado de Yoknapatawpha y dibujó el Tallahatchie al norte y el Yoknapatawpha al sur, biseccionando verticalmente el condado con el ferrocarril de John Sartoris… Identificó cuidadosamente veintisiete lugares. Incluyó la extensión del condado y su población, y luego escribió: «William Faulkner, único dueño y propietario».
William Faulkner es hoy aclamado universalmente como uno de los escritores más importantes del siglo XX. Convirtió su pequeño condado en Misisipi en un escenario apócrifo donde explorar virtudes y defectos de la sociedad, al tiempo que experimentaba con las posibilidades de la novela modernista. Su obra se caracteriza por esa estética rica que se arriesga en el empleo de recursos expresivos innovadores, que hereda de las tradiciones romántica y realista, y alcanza con “¡Absalón, Absalón!” el encumbramiento como obra maestra del modernismo americano. “¡Absalón, Absalón!” es una obra enigmática, ambigua, y de una complejidad técnica extraordinaria. Cuatro narradores exploran las posibilidades de la aprehensión de la certeza y de la duda, de los límites del conocimiento humano, en una lucha por discernir la verdad a pesar de la ausencia de datos fundamentales para lograrlo. El amor, el racismo y el honor se combinan para construir una historia que acaba con las esperanzas del modelo idílico de la cultura de la plantación.
Compuesto por siete cuentos, Acá había un río enfoca la vida de un hombre que se rencuentra por casualidad con un viejo amor y, a causa del impacto del encuentro, pierde de vista su vida actual. Un sonidista que regresa a su pueblo natal donde su padre agoniza, y retoma un romance de hace veinte años. Una mujer que se reencuentra con un amor del pasado, pero no se permite volver a enamorarse. Un hombre que cree ver a su hija perdida tal como se vería hoy, veinte años después, y se propone hacer contacto. La prosa de Francisco Bitar es potente y precisa. No se pierde en el fetichismo de la descripción o el detalle gratuito. Asume con determinación el desafío concreto de captar lo ínfimo en su más pura contingencia. La trama de sus relatos se trenza siempre en los incidentes y sus personajes son reales porque no se ponen nunca por encima de sus circunstancias. Desarman, a veces de manera un poco brutal, como tirando involuntariamente de uno de sus hilos sueltos, el tejido de una historia que los excede. Y tarde o temprano descubren, en lo atroz o lo banal del incidente, la áspera textura de la vida misma.