David Hook, granjero de Illinois orgulloso de las tierras y del ganado que posee, sufrió un duro golpe cuando su mujer falleció en un accidente de coche siete años atrás. Ahora, frente al ataúd de su primogénito de dieciocho años, Hook tiene el corazón y los ojos secos. Christopher Hook murió lejos de casa, en California, y la policía afirma que se suicidó. David está seguro de que su hijo no se quitó la vida, y para demostrarlo y averiguar la verdad de lo ocurrido viaja a Santa Bárbara. Allí conocerá a las dos testigos de la muerte de su hijo: La atractiva y autodestructiva Liz Madera, y la señora Rubin. La primera mantiene una relación con el aspirante a congresista Jack Douglas, y la segunda trabaja para él. Furioso y ávido de venganza, Hook se convertirá en su peor pesadilla y los acosará sin tregua para limpiar el nombre de su hijo. Publicada por primera vez en 1973, «Morir en California» deja al descubierto la corrupción y la degradación que se escondían tras el glamour y la opulencia de la Costa Oeste en los años setenta.
«Al norte de Boston» está compuesto por dieciséis largos poemas (salvo los dos últimos), de carácter narrativo, donde se incluyen extensos diálogos, monólogos dramáticos y descripciones. El origen de su redacción data de su estancia en una granja que adquirió en Dewy, Nueva Inglaterra. La observación de sus vecinos le sirve de referente a la hora de crear los personajes que aparecen en estos poemas, enfrentados a una dura lucha con el clima y la tierra.
La vida no sonríe a Henry Molise en la costa californiana, muy al oeste de la alegre Roma con que fantasea en los momentos más depresivos. Escribió de joven algunas novelas prometedoras y luego entró con buen pie en Hollywood. Pero ha pasado mucho tiempo, tiene ya cincuenta y cinco años, el negocio del cine anda mal y el mundo del espíritu también; quiere escribir algo decente y no puede, y ha de mantener a una familia que sólo le da disgustos. Para colmo, se cuela en su casa un perro de aspecto repelente y peligroso, un perro al que bautizan Idiota y que acaba adquiriendo dimensiones simbólicas y cambiando para siempre la vida de la familia. Ambientada en los años sesenta, «Mi perro Idiota», inédita hasta 1985, complementa las dos novelas sobre Molise que John Fante escribió en su madurez. La hermandad de la uva (1977) y Un año pésimo (inédita hasta 1985). No revuelve, como las otras, los temas de la autoridad paterna, el fracaso personal y los lazos familiares. La figura paterna es aquí el propio Molise y la historia se cierra con dos metáforas del amor. Al oeste de Roma se completa con «La orgía», sobre la iniciación a la vida de un niño que es testigo de las picardías de dos albañiles.
En la ciudad de Los Ángeles el sol brilla prácticamente los trescientos sesenta y cinco días del año; en una de sus colinas el legendario cartel de Hollywood anuncia la fábrica de sueños más potente del mundo y en otras se suceden las mansiones. Varias de estas fastuosas residencias forman parte de este libro, que reconstruye la desmesurada historia de la ciudad a través de cinco familias emblemáticas, con su glamour, sus excesos, sus secretos de alcoba, sus extravagancias, su acumulación de riqueza y poder y sus destructivas tensiones.La autora nos presenta a los Doheny, cuyo patriarca inspiró ¡Petróleo!, de Upton Sinclair, y Pozos de ambición, de Paul Thomas Anderson; a Jack Warner y sus hermanos, que levantaron uno de los grandes estudios de Hollywood; a Jane Garland, una joven aspirante a actriz psíquicamente desequilibrada; a la estrella Jennifer Jones, su marido, el megalómano productor Selznick, y sus vástagos, de trágico destino, y, por último, a su propia familia y la figura de su padre, fundador de la Music Corporation of America, pieza clave de la poderosa industria musical.Al oeste del Edén explora un siglo de historia de Estados Unidos, con sus luces y sus sombras, e indaga en el mito del sueño americano y en su tenebroso reverso, con la Gran Depresión, el Comité de Actividades Antiamericanas, la Mafia, los tabloides... El libro, fruto de dos décadas de trabajo, está escrito con el método de la «historia oral» a partir de entrevistas con figuras como Joan Didion, Gore Vidal, Arthur Miller, Lauren Bacall, Warren Beatty, Jane Fonda, Dennis Hopper, Frank Gehry, Naomi Klein, Stephen Sondheim, miembros de las familias Warner, Jones, Selznick y Stein, terapeutas, chóferes, criadas... El intenso resultado es un imponente fresco de Los Ángeles.
Publicado originariamente en 1950, este fue uno de los últimos libros dados a conocer por Hemingway, la historia de un idilio sin esperanzas en el marco de una Venecia invernal. El protagonista, el coronel Cantwell, un veterano cincuentón enamorado de la joven aristócrata Renata, de diecinueve años, se sabe condenado a muerte a corto plazo y quiere vivir sus últimas horas gozando plenamente de todo.
Al otro lado del río y entre los árboles contiene algunos pasajes del mejor Hemingway, que nos hace revivir con una fuerza de sugestión inigualable un universo sensorial hecho de todo lo que se ve, se oye, se huele, se gusta o se palpa. Olores, sabores, sensaciones físicas se convierten en momentos privilegiados descritos con una precisión y fuerza extraordinarios.
¿Qué hay antes y después de la muerte? ¿Una intensa luz nos muestra siempre el camino? ¿Todos atravesamos un largo túnel para volver a la vida? ¿Qué vemos desde allí y qué sentimos? ¿Con quién nos encontramos? Desde una aproximación divulgativa pero de carácter científico, el psiquiatra José Miguel Gaona nos explica en las páginas de este interesante libro en qué consisten las experiencias cercanas a la muerte (ECM). Con numerosos testimonios de personas creyentes y no creyentes que han sufrido el llamado «efecto túnel», analiza cuáles son los elementos que forman parte de este viaje de ida y vuelta: los sonidos de la muerte, la luz, los viajes astrales, las visitas de familiares anteriormente fallecidos…
Un célebre pianista, Max Delmarc, va hacia la sala de conciertos donde le espera, como siempre, un público entregado. Y, también como siempre, experimenta una angustia previa, la tentación de beber para calmarse. Pero su acompañante se lo impide. Ovación y ya pueden seguir los tragos. Así se repiten los rituales, con el recuerdo de Rose, la violoncelista del Conservatorio, que le persigue aún treinta años después. Hasta que el pianista se despierta en un Centro donde encontrará a estrellas de cine y a un ángel guardián de nombre con resonancias diabólicas, Béliard…
En algún lugar de toda su obra, Colette dice que ni en un día ni con un movimiento impulsivo se forma una hija de la naturaleza, y ella lo fue por entero, en cuerpo y alma, del principio al fin. Se nace así y así se siente y se vive cuando esa entereza es de verdad. Si esta condición inclina más pronto a la pasión que a la bondad, como podría decirse, Colette sabía conciliar muchas veces en sus personajes femeninos —que en tantos relatos suyos eran ella—, la bondad con la pasión, sin menoscabo de una ni de otra. Se justificaba diciendo: «Mi poesía se mueve a ras de tierra». Observemos que decía «se mueve», y no «nace». Moverse ya implica haber nacido y, por tanto, la vida. En el ir de allá para acá de su poesía asomaba siempre lo que su marido llamaba capacidad de observación, sentido musical y oído perfecto, cualidades que admiró constantemente en ella. Para él, «Al rayar el día» fue el libro preferido sobre todos los de su mujer. «Si existe una novela suya autobiográfica —dijo—, es ésta… La propia Colette se pinta en ella con la mayor exactitud. Nunca ha llevado tan lejos el análisis de sí misma».
«A lo largo de los años como periodista de investigación, he desvelado en innumerables ocasiones los éxitos del CNI –antes CESID– y también he denunciado sus excesos. No solo no tengo nada contra ellos, sino que considero que hacen un gran servicio a España. Nadie duda, yo tampoco, de que los gobiernos exigen desde hace muchos años la actuación de los servicios secretos para ayudarlos. Deben hacer lo que haga falta, aunque a veces se traspasen los límites permitidos en un Estado de derecho.
Al servicio de Su Majestad trata sobre las conexiones de la monarquía con el servicio secreto, una perspectiva novedosa desde ambos puntos de vista. Me ha permitido descubrir una faceta oculta de los personajes principales, los reyes Juan Carlos I y Felipe VI, pero también de los jefes del espionaje y de muchos agentes sin los cuales no podría comprenderse sus reinados. Fue la soledad del primero en la España franquista la que le empujó a darse cuenta de la necesidad de controlar a las Fuerzas Armadas y, también, la de buscar el escudo protector de los servicios de inteligencia, esos que espiaban intensamente a su padre, Don Juan, y también a él. Por eso, una vez en la jefatura del Estado, siempre luchó para conseguir que el director del espionaje fuera un hombre de su máxima confianza. Daba igual la peripecia por la que pasara el rey, allí estaban ellos para sacarle del atolladero: conspiraciones para quitarle el trono, operaciones sucias contra políticos, teléfonos pinchados por la CIA, espiar y apartar de su lado a potentados amigos corruptos, hacer frente a las maniobras en su contra de algunas amantes, proteger a miembros de su familia, investigar la vida de posibles futuras reinas…
Cincuenta años de dedicación que han cambiado con la llegada del rey Felipe, un punto de inflexión en la relación monarquía-gobierno-espías».
Él quiso tocar el cielo con los dedos. Ella no pudo empezar a volar.Marcos Ro es un hombre con un objetivo en la vida: llegar a ser líder de audiencia con su programa de sucesos. Para conseguirlo hará todo lo que sea necesario: manipular a los directivos de la cadena de televisión, engañar a la audiencia e, incluso, trepar a costa de su mujer, presentadora de la competencia.Pero cuando llega el caso que tiene en vilo a todo el país, la desaparición de Olivia Carrasco, Marcos tiene que elegir entre su imparable ascenso mediático o dar a conocer una pista clave para encontrar a la joven.
5 relatos y 3 novelas cortas El pobre / Bloque B, Escalera 3 / El coche rojo El ascensor / Quince cartas / El puente de hierro Dos semanas en Babia / Barcelona – Ginebra, 1959
Alcibíades» («Alcibiade», 1995), no es una biografía novelada, sino un riguroso y a la vez ameno ensayo biográfico que, sobre bases documentales muy sólidas, estudia una figura emblemática, odiada y amada a la vez, tan fascinante como peligrosa: la de Alcibíades, cuya aparición y auge señalaron el declive del poderío de Atenas al mismo tiempo que el quebrantamiento de su democracia. En palabras de la propia autora: «A través de Alcibíades se entiende que la ambición es uno de los males de la democracia… Cuando se prefiere la lucha en favor de uno mismo a la gestión para terceros, el principio democrático queda viciado.» Con razón se ha señalado: «La gran helenista resucita en este libro el esplendor del imperialismo ateniense, pero también nos pone en guardia contra los defectos de la demagogia. Al leerla, vemos, detrás de Alcibíades, a Kennedy, Berlusconi, Tapie y otras mentes brillantes, capaces de servirse de la libertad con la mejor o peor intención. Bruscamente el destino de un hombre cuya carrera queda destrozada por sus escándalos rebasa el marco del siglo V antes de Cristo para convertirse en el símbolo de los desvíos amorales que nvalidan la democracia.
Apollinaire está en el origen de los grandes movimientos de vanguardia del siglo XX: futurismo, cubismo, surrealismo, participando en el nacimiento de todos ellos. «Alcoholes», su obra poética fundamental, se publicó en 1913 y consagró el verso libre como nueva forma de expresión.
El presente volumen reúne tres piezas épicas, dos de ellas tardías, de cuando este género ya no pertenecía a la cultura viva y oral, sino a una ya antigua tradición literaria en que autores eruditos recreaban asuntos y temas de la epopeya como ejercicio retórico. El hilo conductor que las vincula es la referencia a la guerra de Troya, materia inagotable a lo largo de los siglos. Los tres autores de los poemas nacieron en Egipto. La primera de ellas, «Alejandra», es obra del poeta y filólogo alejandrino Licofrón (siglo III a. C.). Largo monólogo entre épico y lírico, es una narración mitológica, repleta de simbolismos, enigmas y nombres propios enmascarados por alusiones eruditas. Se trata de un poema famoso en el que el esclavo encargado de vigilar a Alejandra (es decir, Casandra) informa de las profecías de ésta a su padre Príamo, rey de Troya: destrucción de la ciudad y crimen de Áyax, retorno y destino de los griegos… De Trifiodoro (siglo III o IV d. C.), poeta épico griego nacido en Egipto, conservamos sólo «La toma de Ilión», breve poema de 691 versos, reelaboración del relato sobre la guerra de Troya. Por último, «El rapto de Helena», de Coluto, poeta épico oriundo de Egipto, de principios del siglo VI d. C., es un epilio de 392 versos que atribuye el origen de la guerra de Troya a una querella surgida, en las bodas de Tetis y Peleo, entre las diosas Hera, Atenea y Afrodita, ligada a la seducción de Helena por Paris.
Christopher Sim fue el legendario comandante de la Resistencia que resistió el ataque alienígena Ashiyyur que amenazaba a toda la humanidad. Después de años de lucha contra un enemigo que era más fuerte, fue abandonado por su tripulación, ya que consideraban que la guerra era una causa perdida. Sim, sin embargo, recogió un puñado de voluntarios y ganó una gran batalla cerca de Rigel, deteniendo así el ataque y animando a otros mundos terrestres a unirse a la lucha en defensa de la humanidad. A pesar del éxito, él y su nave legendaria, Corsarius, y los voluntarios, conocidos historicamente como los Siete, perdieron en la batalla final. Doscientos años más tarde, un barco de exploración, descubre algo enormemente extraño en La Dama Velada, una nebulosa lejana. Gabriel Benedict, un arqueólogo, cree saber lo que han encontrado. Pero muere en un accidente durante un salto interestelar antes de revelar sus sospechas, y le toca al sobrino de Gabriel, Alex, un tranquilo comerciante de antigüedades, retomar su trabajo. Lo único que sabe es que de alguna manera está relacionado con la guerra contra los extraterrestres. Alex Benedict reconstruirá poco a poco la vida de algunos de los principales personajes que rodearon a Sim en su heroica epopeya. Alex seguirá el oscuro camino de una leyenda hasta el corazón de una galaxia alienígena, donde descubrirá una verdad más extraña que cualquier ficción imaginable.
Éste es un viaje para descubrir los libros, a sus autores y a nosotros mismos. Comienza en las lecturas de la infancia y la adolescencia, esos libros que contagian el placer de la lectura. Luego están los libros que nos han formado, que nos han herido y que han sabido también curarnos. Los libros que permiten conocer y ordenar el mundo. Sobre todo, los que ensanchan los confines de la literatura y transportan más allá de ésta. En el corazón de este volumen está la crisis que se extiende desde el siglo XX hasta nuestros días. Magris busca las raíces de esta crisis en el Romanticismo y la rastrea en las tragedias que han marcado nuestra historia reciente. Alfabetos habla sobre todo de libros que chocan con la vida y con la Historia, plasmando las existencias cotidianas de sus lectores. Y recoge las contradicciones a veces trágicas de la literatura y de sus autores. Por esta razón, el recorrido se termina con una reflexión sobre la necesidad del compromiso. «Hablando de libros habla de sí mismo y de nosotros» (Massimo Romano, Il nostro tempo); «Magris nunca deja de evocar, mediante la literatura, el sentido del presente, invocando convivencia y fraternidad, crítica y rigor, compasión y descontento» (Enzo di Mauro).
Un moderno Don Juan, egoísta, cínico y sensual, desprovisto del halo romántico que rodeaba a sus antecesores en el género y, por tanto, mucho más crudo y descarnado que ellos. Una novela ambiciosa que, poco a poco, nos va mostrando el trágico error que representa el «donjuanismo» como actitud ante la vida, o incluso como vía de escape ante las tensiones de la vida contemporánea. Adaptada al cine por Lewis Gilbert en 1966 con Michael Caine en uno de sus más recordados papeles, y 2004, por Charles Shyer, con Jude Law.
Como a cualquier otro gato, a Alfie le encanta pasarse el día dormitando en el sofá, delante de la chimenea. Le basta con unas cuantas caricias y algún que otro ronroneo para ser feliz. Pero, de repente, se ve obligado a abandonar el hogar en el que se ha criado y se encuentra solo y perdido en las calles de Londres. Todo cambia en cuanto llega a Edgar Road, una calle llena de jardines y preciosas casitas unifamiliares. Alfie comprende enseguida que solo allí conseguirá sentirse de nuevo como en casa. Solo allí podrá encontrar una nueva familia.
Y, sin embargo, los habitantes del barrio aún no están preparados para acogerlo. Demasiados absortos en sus problemas, no tienen tiempo para ocuparse de él. Pronto, sin embargo, descubrirán que Alfie no es un gato cualquiera, sino que tiene un don especial: es capaz de intuir los deseos mejor guardados de las personas. Porque Alfie es capaz de curar lo que el destino ha roto en ellos y de escuchar la melodía silenciosas de sus corazones.
¿Quién puede resistirse al gato Alfie?
Es dulce, simpático y tiene la capacidad de hacerte feliz.
Una novela divertida, llena de ingenio y esperanza. Edgar Road es una calle típica de Londres; un camino lleno de gente que habitualmente ni se saluda. Hasta que llega Alfie, un gato precioso, una gran bola de pelo gris envuelta en un suave ronroneo que poco a poco, con su inteligencia, su astucia y su particular manera de vivir en el mundo, cambia la vida de la familia que lo acoge y, después, la de las personas que transitan en silencio por Edgar Road. Alfie tiene un don único, ya que es capaz de conocer los secretos mejor guardados. Solo así puede saber que Claire desea ser madre o que Aleksy tiene serios problemas en la escuela. Él desea ayudarlos. Sin embargo, la llegada de unos nuevos vecinos altera la armonía del barrio y Alfie tiene que reaccionar inmediatamente.
Desde que se mudó a Edgar Road, Alfie no conoce otro lugar al que pueda llamar hogar: pasea feliz entre los jardines de las casitas y colecciona los mimos de los afectuosos vecinos. Es uno más de la familia. Ahora tiene un amigo: George, un minino a quien presta todas sus atenciones. Pero Alfie tiene que estar atento y no perder de vista a los vecinos del barrio que parecen tener problemas. No hay un minuto que perder, Alfie debe intervenir pronto para mostrar a sus amigos el camino de la alegría. Porque solamente él sabe transformar un problema en una oportunidad y una herida del corazón en una nueva ocasión para el amor.