Los hermanos Serafín y Joaquín Álvarez Quintero son autores andaluces que cosecharon un gran éxito hace aproximadamente un siglo. Su producción es básicamente de comedias y se divide en las ambientadas en su Andalucía natal, tamizada por los recuerdos de su infancia y presentando siempre una visión luminosa y alegre, y las ambientadas en Madrid, más amargas. En cualquier caso, la mayoría son divertidas y siempre muy bien escritas. Este volumen comprende las estrenadas desde el 30 de noviembre de 1912 hasta el 5 de noviembre de 1920 inclusive.
Los hermanos Serafín y Joaquín Álvarez Quintero son autores andaluces que cosecharon un gran éxito hace aproximadamente un siglo. Su producción es básicamente de comedias y se divide en las ambientadas en su Andalucía natal, tamizada por los recuerdos de su infancia y presentando siempre una visión luminosa y alegre, y las ambientadas en Madrid, más amargas. En cualquier caso, la mayoría son divertidas y siempre muy bien escritas. Este volumen comprende las estrenadas desde el 18 de enero de 1921 hasta el 23 de noviembre de 1927 inclusive.
Los hermanos Serafín y Joaquín Álvarez Quintero son autores andaluces que cosecharon un gran éxito hace aproximadamente un siglo. Su producción es básicamente de comedias y se divide en las ambientadas en su Andalucía natal, tamizada por los recuerdos de su infancia y presentando siempre una visión luminosa y alegre, y las ambientadas en Madrid, más amargas. En cualquier caso, la mayoría son divertidas y siempre muy bien escritas. Este volumen comprende las estrenadas desde el 16 de diciembre de 1927 hasta el 20 de abril de 1935 inclusive.
Los hermanos Serafín y Joaquín Álvarez Quintero son autores andaluces que cosecharon un gran éxito hace aproximadamente un siglo. Su producción es básicamente de comedias y se divide en las ambientadas en su Andalucía natal, tamizada por los recuerdos de su infancia y presentando siempre una visión luminosa y alegre, y las ambientadas en Madrid, más amargas. En cualquier caso, la mayoría son divertidas y siempre muy bien escritas. Este volumen comprende las estrenadas desde el 28 de mayo de 1935 hasta el 10 de diciembre de 1948 inclusive.
Los hermanos Serafín y Joaquín Álvarez Quintero son autores andaluces que cosecharon un gran éxito hace aproximadamente un siglo. Su producción es básicamente de comedias y se divide en las ambientadas en su Andalucía natal, tamizada por los recuerdos de su infancia y presentando siempre una visión luminosa y alegre, y las ambientadas en Madrid, más amargas. En cualquier caso, la mayoría son divertidas y siempre muy bien escritas.
Este volumen comprende la labor complementaria de su producción teatral: cuentos, crónicas, discursos, autocríticas, estudios, artículos, poesías, etcétera.
Entre las «Obras completas I» y las «Obras completas II», de Federico García Lorca encontramos la totalidad de sus escritos, tanto en prosa como en verso o teatro.
Entre las «Obras completas I» y las «Obras completas II», de Federico García Lorca encontramos la totalidad de sus escritos, tanto en prosa como en verso o teatro.
El canto del cisne (drama); El oso (farsa); Una petición de mano (farsa); Un trágico a pesar suyo (farsa); La boda; El aniversario (farsa); Los perjuicios del tabaco.
El primero de sus textos dramáticos, Abdala, la Nubia sojuzgada no es otra que Cuba. Espirta, la madre del guerrero, que trata de retenerlo, es doña Leonor Pérez y, lógicamente, Abdala es Martí. Poema dramático para algunos, para otros trágico, el drama -de fuerte intención cívica- expresa la preocupación del autor por el destino político de su patria. Sigue en orden una segunda pieza martiana, Adúltera, escrita en España. Corresponde a la época en que Martí cursaba los estudios universitarios en Madrid y Zaragoza. El tema corresponde ahora al de un drama filosófico y pasional, y sus protagonistas -cuatro personajes reciben nombres simbólicos en alemán, correspondiéndoles las siguientes traducciones: hombre alto (Grossermann), hombre bueno (Guttermann), hombre vil (Posssermann) y carne (Fleisch). Es un drama sobre la deslealtad y la amistad sincera entre dos personajes. La tercera pieza teatral de Martí, Amor con amor se paga fue escrita en México, en 1875, por petición de su amigo el actor Enrique Guasp. Especie de proverbio en un acto, le deparó un notable éxito teatral, tanto de público como de la crítica mexicana. Lo curioso es que Martí lo escribió en un día. Aboga en ella por la sinceridad de los sentimientos, es obra que clasifica como drama de carácter ético y aporta, sobre todo, la visión martiana acerca de las relaciones entre las personas. Patria y libertad lleva por título la cuarta obra de teatro conocida de José Martí. La escribió cuando estuvo en Guatemala, en 1877, y la concibió como un drama indio, redactado en unos pocos días. Se afirma que fue representada por los alumnos de la Escuela Normal de Guatemala, donde Martí impartiera clases. De su lectura emana la admiración y el respeto del apóstol por el indio americano, su denuncia acusadora ante la explotación a que lo sometió el colonialismo, lo cual le confiere un carácter épico, vibrante en el lenguaje, con carga política.
Si algún texto de Darío Fo pedía una publicación urgente, eran precisamente los monólogos que junto con Franca Rame ha ido escribiendo y representando a lo largo de los últimos años, en torno a la condición de la mujer. Esta selección, sin duda muy personal, quiere ofrecer una progresión dramática, además de cronológica, del discurso de Rame-Fo sobre la lucha de la mujer por recuperar su dignidad. Hay un primer bloque de monólogos, los cinco primeros, pertenecientes a su espectáculo Tutta casa, letto e chiesa, y que tienen como rasgos comunes el tratamiento de farsa y el análisis del entorno familiar y laboral. En los tres últimos el discurso salta al terreno de lo social, haciéndose más duro y dramático al tocar temas tan dolorosos y de tan desgraciada vigencia como la violación y la tortura. El feminismo de los autores, aun siendo implacable y certero como una dentellada, jamás resulta fanático, o sombrío: su ironía rescata, a veces mediante una tierna comprensión, la necesidad de una visión crítica y solidaria de las siempre difíciles relaciones entre mujer y hombre.
En 1950, en una mansión a las afueras de una ciudad, ocho mujeres se preparan para celebrar la fiesta de Navidad. Sin embargo, Marcel, el dueño, es asesinado de una cuchillada en la espalda. Las ocho mujeres presentes son sospechosas. A lo largo de la función se desvela que todas y cada una de ellas tenían motivo para ser la asesina.
El drama Ollantay u Ollanta es una de las escasas composiciones que nos quedan de la antigua América. Narra el romance clandestino entre Cusi Ccoyllor, hija del inca Pachacútec, y Ollantay, un general del ejército imperial. Un drama épico quechua que tiene mucho más de crítico que de defensor de la cultura incaica. Nos muestra un padre inflexible; un rey cruel y no demasiado hábil en los asuntos bélicos; una institución sagrada como el Aclla convertida en una mazmorra, y al gobernante de Hanansuyo, camarada de igual rango que Ollantay, dedicado a intrigar en contra de éste. Sin olvidar que el personaje principal del drama, el que le da nombre, no es inca, y es él precisamente el que posee la nobleza, el valor, la sabiduría, la capacidad de amar y de abogar por la paz entre los pueblos. La presente edición contiene las tres versiones más representativas de esta obra. La primera es la de Sebastián Barranca, la más antigua y difundida de las versiones en castellano (1868), dispuesta en tres actos. La segunda es la de Constantino Carrasco en verso (1876), una de las mejores traducciones realizadas en el Perú durante el siglo XIX, escrita con una noble versificación que vale tanto como traducción a la vez que como obra original por las virtudes poéticas que la nutren. Por último, la adaptación a la estructura del teatro moderno de Gavino Pacheco Zegarra (1886), en quince escenas.
Esta edición de los textos del proyecto *Once voces contra la barbarie del 11-M* deja constancia de que la autoría española contemporánea es vigorosa, generosa e implicada con su tiempo.
Once textos escritos por la necesidad de nuestro «hoy para mañana», un paso más para que el teatro y la palabra sigan siendo el lugar de reflexión de la historia de la humanidad.
**Adolfo Simón**
La Orestíada es una trilogía de obras dramáticas de la Grecia Antigua escrita por Esquilo, la única que se conserva del teatro griego antiguo. Trata del final de la maldición sobre la casa de Atreo. Las tres obras que la forman son: Agamenón, Las coéforas y Las euménides. Una cuarta obra, Proteo, un drama satírico que se representaría junto a ellas, no ha sobrevivido. -Agamenón. En la primera obra de la trilogía, se relata el regreso de Agamenón, rey de Argos, de la Guerra de Troya para encontrar la muerte. En su hogar se encuentra su esposa, Clitemnestra, que ha planeado su muerte como venganza por el sacrificio de su hija, Ifigenia. Más aún, dado que la ausencia de su esposo ha durado diez años, Clitemnestra ha sucumbido a una relación adúltera con Egisto, primo de Agamenón y el descendiente de una rama desheredada de la familia, que está determinado por recuperar el trono que cree que en justicia le pertenece. -Las coéforas. La segunda parte de la trilogía cuenta el proceso de venganza planeado por Electra. Trata de la reunión de los dos hijos de Agamenón, Electra y Orestes, y su venganza. Electra reconoce a Orestes por una marca en la cara durante los funerales de Agamenón. Acto seguido, Orestes mata a Egisto y a su madre Clitemnestra. Ésta convoca a las furias, que perseguirán a Orestes. -Las euménides. Esta tercera y última pieza muestra cómo Orestes es llevado a juicio ante el tribunal divino. Las Euménides narra cómo Orestes, Apolo y las Furias comparecen ante un jurado de atenienses conocido como Areópago (‘roca de Ares’, una colina rocosa plana junto al ágora ateniense donde el tribunal de homicidios de Atenas celebraba sus sesiones), para decidir si el asesinato de Clitemnestra por parte de su hijo, Orestes, le hace merecedor del tormento que le infligen. Orestes es encontrado inocente gracias a la ayuda de Apolo.
Agamenón es la primera obra de la trilogía de la Orestíada, que fue presentada en el año 458 a. C. por Esquilo. Esquilo narra el regreso de Agamenón, rey de Micenas (aunque se le llama rey de Argos, cuando Argos se refiere al Peloponeso y no a la ciudad de Argos), de la guerra de Troya sólo para encontrar la muerte. Esperándole en casa está su esposa, Clitemnestra, quien ha planeado su muerte en venganza por el sacrificio de su hija, Ifigenia. Más aún, durante los diez años que ha durado la ausencia de Agamenón, Clitemnestra ha establecido una relación adúltera con Egisto, primo de Agamenón y descendiente de una rama desheredada de la familia, quien está decidido a recuperar el trono que cree que legalmente le pertenece.
Esta obra transcurre en la Francia de 1947. Seis mujeres y un hombre integran una triste y decadente orquesta, que ofrece todos los ritmos, en el palco de un bar de un establecimiento dedicado a aliviar enfermos de estreñimiento. En este patético y grotesco escenario de vida, estas personas luchan por sobrellevar los efectos devastadores del tiempo doloroso y cruel que sobreviene después de una guerra, cualquiera sea. «L’Orchestre», tal es el nombre en francés, retrata de un modo sumamente irónico las vidas patéticas de esas mujeres que en la realidad de su época solían ser las ejecutantes de las orquestas, pero que tocaban desde un foso, ocultas a los ojos del público. Las que sí estaban sobre el escenario y fingían tocar los instrumentos eran mujeres atractivas, que se ofrecían a la vista de los parroquianos esperando ser «seleccionadas» por alguno. Cuando esto sucedía, abandonaban su lugar en la orquesta y eran reemplazadas inmediatamente por otra «señorita» en las mismas condiciones. Música en directo y las historias de los personajes que van desgranándose entre piezas musicales. Un striptease del alma de las protagonistas. Bajo la tiranía de la depredadora directora de la orquesta y del invisible señor Lebonze, dueño del establecimiento. El arte y la vida no son lo que parecen. La tragedia produce risa. Jean Anouilh, emblemático autor contemporáneo, que ha escrito piezas inteligentes y certeras, teje aquí una trama perfecta que muestra en una situación límite de vida, a siete personajes prototípicos de la sociedad, que interactúan durante su trabajo diario, mostrando sus carencias, sus dolores, alegrías y miserias y en ese marco se degradan y agreden sin piedad tratando de sobrevivir. Melodrama impactante que presenta momentos contradictorios de humor, que como en los viejos espectáculos teatrales de nuestro teatro, hacen reír… llorar y pensar.
Dos esfinges, de pronto, se ponen a hablar, en el decorado evanescente de estucos quebrados de una falsa Venecia americana, desafectada, lujuriante y hórrida: dos diosas o dos fetiches totémicos que increpan y murmuran y susurran y se atenazan y se atraen, repelen o complementan en lo oscuro, más allá de las claridades de liento plateado de la pantalla cinematográfica, más allá del círculo encendido de los focos, en la última zona donde el mito, llameante, es ya sólo mito y ha sorbido, en la perennidad del emblema, la identidad personal. Duelo de diosas, Orquídeas a la luz de la luna pone en acción, en el diálogo entre dos emblemas, lo que, más allá de su individualidad concreta, encarnan ya, en el vasto teatro de la historia, los mitos, que no las personas, de MARÍA Félix y DOLORES del Río. Coturno para dos emperatrices, Orquídeas a la luz de la luna es también solio y campo de Agramante de la palabra: fundación, en la fábula escénica, de un nuevo espacio poético.
La historia original del moro de Venecia, de Gianbattista Cinthio (1565), sirvió a William Shakespeare para crear «Otelo», la única de sus «grandes tragedias» basada en una obra de ficción. Contraviniendo la imagen isabelina del «moro», Shakespeare invierte los papeles de los protagonistas y otorga a Otelo el carácter de hombre noble y aristocrático, mientras que reserva para el italiano Yago la perversidad y la hipocresía, desarrollando en él uno de los estudios más profundos del mal. «Otelo» se representa como la tragedia de la incomprensión, en la que luchan el amor puro, la pasión, el orgullo, los celos, la venganza…, y en la que al final el protagonista, como un auténtico héroe trágico, consciente de su degradación y de su perdida, escribe su propio epitafio con la angustia del héroe destrozado. Ángel-Luis Pujante, catedrático de Filología Inglesa de la Universidad de Murcia, argumenta en su Introducción los procedimientos retóricos y poéticos de esta obra de acción, cuya ironía estructural y dramática la convierte en una de las tragedias más intensas del teatro universal.
Corre el verano de 1943: el escenario es el Pabellón de Urología del Hospital Naval de los Estados Unidos, en una importante base del Cuerpo de Infantería de Marina, en el Sur. La acción de la obra discurre íntegramente en dicho pabellón.