William Fryer Harvey nació en Yorkshire, Inglaterra, en 1885, y estudió medicina en la universidad de Leeds. Dado que profesaba la fe de los cuáqueros, se dedicó a recorrer el mundo ejerciendo su oficio en los más diversos lugares de la tierra. Durante la Primera Guerra Mundial fue condecorado por rescatar, a riesgo de su vida, al maquinista de un buque de guerra que había quedado atrapado entre gases tóxicos y hierros retorcidos. Aquel gesto altruista le acarreó una dolencia pulmonar que le obligó a retirarse a los cuarenta años. Regresó a Inglaterra y se dedicó a su otra vocación: escribir. Harvey escribió artículos para diversas revistas, al tiempo que publicaba historias de misterio y un sinnúmero de relatos tradicionales de fantasmas. Adquirieron entonces notoriedad sus narraciones de terror psicológico. La bestia con cinco dedos y otras historias de horror y misterio reúne las mejores historias fantásticas de William F. Harvey, en las que el gusto por la ambientación, la inquietud creciente y los finales abiertos a múltiples interpretaciones, llevan al lector a terminar sus historias sin respiro. Así, «La bestia con cinco dedos», que da título al volumen e inspiró una auténtica película de terror de los años cuarenta interpretada por Peter Lorre, narra la historia de Eustace Borlsover, quien, a la muerte de un anciano tío suyo, recibe por expresa voluntad del difunto la mano cortada de éste. El horror producido por semejante legado no es sino el comienzo de una cadena de imprevisibles acontecimientos. La presente antología incluye, además de la citada, algunas piezas maestras del relato de misterio: «Calor de agosto», «El seguidor», «El reloj», y «Sambo».
Joseph SheridanLe Fanunació en Dublín en 1814 y recibió una esmerada educación de su padre, clérigo descendiente de hugonotes, que lo envió al prestigioso Trinity College de Dublín para estudiar leyes. Pero Le Fanu nunca ejerció la abogacía, y al terminar sus estudios en 1839 cambió el estrado por los periódicos. Escribió buen número depoemas, baladasyrelatos cortos que publicó en la “Dublin UniversityMagazine”, hasta que en 1861 se convirtió en su director y propietario. Tras la muerte de su esposa en 1858, Le Fanu abandonó toda vida social y se transformó en un escritor de hábitos noctámbulos apasionado por las ciencias ocultas, al que los dublineses conocían como 'El Príncipe Invisible'. Sus novelas e historias de fantasmas lo han convertido en un gran maestro del terror sobrenaturaly de la “ghost story' victoriana. El presentevolumen reúne cuatro de las cinco historias que Le Fanu dedicó en «In a Glass Darkly» (1872) a su célebre personaje, el doctor experto en fénómenos ocultosMartin Hesselius —precursordel van Helsing de Bram Stoker o elJohn Silence de Algernon Blackwood-: «Té verde» relato epistolar en el que el doctor Hesselius investigará el caso de las diabólicasvisiones que llevan al reverendo Jennings al suicidio, «Elfamiliar» (1851)-según M.R.James, otro maestro del género, la más logradahistoria de Le Fanu- «Eljuez Harbottle» (1872), narración de losextraños sucesos acaecidos en una casaencantadaen Westminster,y su magistral «Carmilla»(1871),un inquietante relato devampirismo entre una mujer y una adolescente. «La habitación del “Dragón Volador’’», quinto relato de «In a Glass Darkly»,apareció en esta misma colección Gótica con el número 28.
Algernon Blackwood (Kent, 1869-1951) pertenece, al igual que M.R. James, E.F. Benson, Lord Dunsany, Machen o Hodgson, a la estirpe que fraguó en el cambio del siglo XIX al XX las bases del relato de fantasmas y la ficción extraña contemporáneas, haciendo evolucionar los viejos espectros vengativos y ensangrentados de la tradición gótica hacia los modernos ectoplasmas y poltergeist.Amante de la Naturaleza salvaje y los mitos clásicos, Blackwood acabará convirtiéndose en un autor popular y una estrella de la radio, medio que utilizó para divulgar sus ideas y relatos fantásticos. Desde joven Blackwood sintió una poderosa atracción e interés por la mística oriental, hinduismo y budismo, y por el espiritismo. Escritor, periodista, viajero, deportista y aventurero, se afilió a los veintiún años a la célebre sociedad ocultista de la Golden Dawn. Publicó relatos fantásticos en diversas revistas, historias que reunió más tarde en libros como The empty house and other ghost stories (1906), o el presente volumen, John Silence, investigador de lo oculto (1908), con el que adquirió una gran popularidad.Emparentado con otros detectives de lo oculto, como Martin Hesselius de LeFanu, Van Helsing de Stoker o Carnacki de Hodgson, John Silence posee genuinos poderes psíquicos que le permiten moverse en el plano astral o comunicarse telepáticamente con sus clientes, así como algunas características del inmortal Sherlock Holmes. Incluye la presente edición una obra maestra del relato fantástico: «Antiguas brujerías», también otras destacadas historias del género como «Culto secreto», «La némesis del fuego» o «El campamento del perro». La capacidad de Blackwood para describir poéticas ensoñaciones fantásticas, escenarios naturales que se tornan sutilmente en sobrenaturales, mantiene al lector absorto, hipnotizado e incluso abducido hacia el interior de una vorágine de sueños, deseos y vidas pasadas enormemente cautivadora.
Con El extraño caso del doctor Jekyll y Mr. Hyde (1886), obra maestra de la literatura de terror con que se abre esta selección de sus mejores narraciones de miedo, R. L. Stevenson volvió a ocuparse de un tema que le preocupó durante toda su corta vida: la dualidad de la naturaleza humana. Todo empezó con un sueño: «Lo que soñé sobre el doctor Jekyll —confesó el autor al New York Herald— fue que un hombre se ve obligado a entrar en un armario e ingiere una droga que lo transforma en otro ser. Me desperté y comprendí inmediatamente que había encontrado el eslabón perdido que andaba buscando desde hacía mucho tiempo, y antes de irme a la cama tenía muy claro casi todos los detalles de la trama».
Localizada en el corazón de un Londres victoriano, la novela viene a ser una sucesión de testimonios procedentes de varios testigos cuyo presunto fin es desvelar un misterio. Jekyll y Hyde son como una entidad disociada en dos. Hyde es la personalidad demoníaca, monstruosa de Jekyll, al que horrorizan las acciones de su doble maligno, y simboliza el mal que Jekyll se reprime a sí mismo, el cual, una vez liberado no puede controlar.
La edición, a cargo de Juan Antonio Molina Foix se completa con otros cuatro relatos: Janet, la torcida (1881), historia que transcurre en Escocia en 1712, fue el resultado de un concienzudo estudio de Stevenson sobre la brujería escocesa; El ladrón de cadáveres (1881) aborda un hecho real ocurrido en Escocia a comienzos del siglo XIX; en Markheim (1884) vuelve a aparecer el tema del doble, pero el doble, en este caso, es el diablo; y Olalla (1885), que también fue producto de un sueño y plantea el contraste entre la prístina belleza del escenario natural y la «antigua y ruinosa casa solariega» símbolo de la degeneración hereditaria.
Richard Matheson nació en New Jersey (Estados Unidos) en 1926 y estudió periodismo en la universidad de Missouri. Como no encontraba un trabajo fijo en ningún periódico, decidió convertirse en “freelancer”. Envió un primer relato, “Nacido de hombre y mujer”, una recreación moderna del clásico “Frankenstein” de Mary Shelley, a la revista “Magazine of Fantasy and Science Fiction”, que lo publicó con gran éxito en 1950. Seducido por el mundo del cine, escribió guiones, y en 1957 llegó a un acuerdo con la Universal para adaptar su novela “El hombre menguante”, película esencial en la historia del cine fantástico.“Pesadilla a 20.000 pies y otros relatos insólitos y terroríficos” reúne los mejores cuentos de terror de Matheson, algunos de ellos convertidos en episodios de la serie televisiva de culto “The Twilight Zone”, emitida en los sesenta, y ahora en DVD.Considerado por Ray Bradbury como uno de los más importantes escritores del siglo XX, y por Stephen King, al que dedica el volumen, como su maestro, Matheson ha escrito algunas obras fundamentales de la moderna literatura fantástica, como “Soy leyenda” (1954), o la citada “El hombre menguante” (1956).“Cuando pensabas que el relato se iba a acabar —recuerda Stephen King—, cuando tus nervios ya no podían seguir soportándolo, entonces Matheson encendía el turbo y pasaba a la máxima potencia… Cuando la gente habla del género de terror, supongo que mi nombre es lo primero que menciona, pero sin Richard Matheson yo no estaría aquí”.
Robert E.Howard (1906 - 1936) decidió desde joven convertirse en escritor profesional, ya ese empeño se dedicó en cuerpo y alma a lo largo de su breve carrera,tratando siempre de colocar sus relatos en revistas pulp de la época, como«Amazing Stories» o la mítica «Weird Tales». Pletórico de ideas, escribiódocenas de relatos de terror, del oeste, históricos, de aventura, de misterio,de piratas... Pero Howard era un hombre de temperamento difícil y se quitó lavida a los treinta años. La fama de la que disfruta en la actualidad le llegódécadas después de su muerte, gracias a la reedición primero de los cuentos de«Conan», y después de otras series de espada y brujería. La serie de«Solomon Kane» puede considerarse una confluencia de géneros como el histórico,la aventura, la narrativa de piratas, el folletín y el terror, en ocasiones decorte bastante gótico. Solomon Kanees un sombrío puritano de los tiempos de Isabel I de Inglaterra –justicieromisterioso, solitario y de métodos expeditivos–, y a lo largo de un puñado decuentos vive sus tenebrosas aventuras por Europa y África (un continenteinexplorado, lleno de ciudades perdidas, caníbales, y horrores sin cuento). Losobrenatural –desde espectros a razas vampíricas– no sólo está presente enestos relatos, sino que a menudo forma parte fundamental de sus tramas. «Lasextrañas aventuras de Solomon Kane» reúne los ocho únicos relatos de estepersonaje publicados, en vida de Howard, por la revista «Weird Tales», respetandosu escritura original y lejos de los «arreglos» que sufrieron en edicionesposteriores. La edición se completa con «La sombra del buitre», protagonizadopor «Sonia la Roja», que se desarrolla en Viena, durante el sitio de Soliman elMagnífico.
Seabury Quinn nació el día de año nuevo de 1889 enWashington. A los once años, tras la lectura de «Drácula», comenzó a interesarse en lasleyendas sobrenaturales, religiones primitivas, misticismo, brujería,necromancia y ritos fúnebres, temas en los que llegó a ser un auténticoerudito. Estudió Derecho en Washington y fue alistado para combatiren la Primera Guerra Mundial. De regreso a su país, empezó a trabajar comoperiodista y escritor de relatos, la mayor parte de terror, que enviaba a lasrevistas pulp de la época, como la famosa Weird Tales, que entre 1923 y 1952 lepublicó 159 cuentos –92 de ellos protagonizados por Jules de Grandin–,convirtiéndose así Seabury Quinn en el autor más popular de la historia de estarevista. «Las cámaras del horror de Jules de Grandin»es una selección de las historias más horripilantes y escabrosas de estesingular investigador, Jules de Grandin, uno de los mejores anatomistas yfisiólogos de la Facultad de Medicina de París, que formó parte de losservicios de información durante la Gran Guerra, y cuyo principal pasatiempoconsiste en investigar el mundo de lo oculto. De Grandin aborda el mundosobrenatural con la eficacia de un científico. Así, utiliza el radio paracombatir las apariciones, o la hipnosis y ciertas drogas contra la posesióndiabólica; posee vastos conocimientos místicos acerca de la religión egipcia,sobre viejos rituales druidas, hechicería cristiana, o sobre la magia negrapracticada por los Templarios. Los cuentos reunidos en esta antología son macabros,perturbadores, crueles, perversos, ligeramente amorales en algunos casos y, enconsecuencia, un extraordinario deleite para los aficionados a la literaturafantástica.
Ambrose Gwinnett Bierce (1842-1914?) dedicó buena parte de su carrera literaria al periodismo satírico, así como a escribir relatos de terror que le aseguraron un lugar destacado en la historia de la literatura norteamericana como un consumado maestro del humor negro. Su participación como romántico voluntario en la Guerra Civil Americana, en cuyos horrores y sangre chapoteó hasta caer malherido en la batalla de Kennesaw Mountain, le inspiró una serie de relatos que recopiló años más tarde en uno de sus libros más conocidos, Cuentos de soldados y civiles (1891). Esta experiencia traumática impresionó al joven Bierce de tal modo que su carácter se tornó pesimista y misántropo, y su humor, siniestro y cruel, al punto de ganarse el apodo de «Bitter Bierce». Tras abandonar el ejército en 1866, se instala en San Francisco, donde comienza a colaborar en diversos diarios, sobre todo en el New Letters periódico que llegó a dirigir de 1868 a 1872 y el Argonaut, en cuyas páginas publicó una serie de definiciones satíricas que posteriormente reuniría en su famoso El Diccionario del Diablo (1906). A los setenta años, agobiado por el asma y hastiado de la vida, Bierce decide viajar a México, que estaba en plena revolución. Nunca más se supo de él, la fecha de su muerte se desconoce. El presente volumen, ¿Pueden suceder tales cosas?, es la más amplia recopilación de cuentos de Bierce publicada en España, y reúne los cuarenta y dos relatos de terror escritos por el singular autor norteamericano, desde los más conocidos (La muerte de Halpin Frayser, El clan de los parricidas o Un habitante de Carcosa) hasta los inéditos (Una noche de verano, Un horror sagrado o Cuerpos de la muerte).
Este libro -cuenta William H. Hodgson en su introducción a Los piratas fantasmas -puede ser considerado el último de un grupo de tres. El primero se publicó bajo el titulo de Los botes del 'Glen Carrig'; el segundo, como La casa en el confín de la Tierra, por fin, este tercero, completa lo que, quizá, pueda ser considerado una trilogía; pues, aun cuando los tres difieren mucho en los contenidos, todos ellos coinciden en una determinada forma de tratar unos conceptos elementales. Con este libro, el autor cree que cierra una puerta, en cuanto a lo que a él concierne, sobre una determinada fase de su etapa creadora.Los botes del 'Glen Carrig'' (1907), relata unos hechos sorprendentes en los que se ven envueltos los tripulantes de un buque náufrago. La historia está llena de colorido, aventuras y extraños sucesos, y poblada por las criaturas fantasmales y extraordinarias tan propias de Hodgson.La casa en el confín de la Tierra (1908) es posiblemente su novela más famosa. Admirada por H. P. Lovecraft, contiene varios capítulos difícilmente superados en toda la literatura sobrenatural. Es una historia de horror y una historia cósmica, que nos comunica de manera sorprendente la soledad y el paso del tiempo en una persona aislada en una terrible casa asentada en medio de una puerta temporal.En Los piratas fantasmas (1909) nos encontramos de nuevo con una historia ambientada en el mar. Trata del acoso de un buque 'maldito', el Mortzestus, que es soliviantado por la aparición de unos extraños y fantasmales hombres que van acabando con la tripulación. La descripción de la atmósfera, el relato de los hechos hasta que van alcanzando el climax, están magistralmente narrados, y la novela tiene momentos de verdadera fuerza sobrenatural. Los fantasmas apenas se ven, pero se sienten…
Jonathan Harker viaja a Transilvania para cerrar un negocio inmobiliario con un misterioso conde que acaba de comprar varias propiedades en Londres. Después de un viaje preñado de ominosas señales, Harker es recogido en el Paso de Borgo por un siniestro carruaje que le lleva, acunado por el canto de los lobos, a un castillo en ruinas. Tal es el inquietante principio de una novela magistral que alumbró uno de los mitos más populares y poderosos de todos los tiempos: Drácula. La fuerza del personaje —del que el cine se adueñó hasta la saciedad— ha eclipsado a lo largo de los años la calidad, la originalidad y la rareza de la obra de Bram Stoker, sin duda una de las últimas y más estremecedoras aportaciones a la literatura gótica anglosajona. Abre nuestra edición un espléndido, riguroso e iluminador prólogo del escritor Rodrigo Fresán, perfecta antesala de los salones del inmortal vampiro.
Desde un punto de vista múltiple y omnicomprensivo de abordar el horror, Hogg nos relata el lento deterioro de un personaje ya malo, que es animado al crimen por la doctrina fatal de la «justificación por la gracia» (una aberración de la doctrina de Lutero que llega a afirmar que el elegido de Dios no puede pecar, que Dios jamás le castigará, que el homicidio, la embriaguez, etc., son pecados en el malvado, pero no en el hijo de la gracia que ha garantizado su salvación). El horrendo héroe de Hogg proyecta sus asesinatos con plena conciencia, y los comete con lúcida satisfacción. No está loco; pero está poseso; le vemos someterse poco a poco a la persuasión de un amigo poderoso en quien reconoce, sólo cuando es demasiado tarde, al mismísimo diablo, que ya nunca soltará a su presa… «Que yo recuerde, hace mucho que no me había sentido tan cautivado, tan voluptuosamente atormentado por un libro», dice André Gide, de esta obra terrible y prodigiosa, debida a James Hogg (1770-1835), «el pastor de Ettrick». «Memorias privadas y confesiones de un pecador justificado», publicada por primera vez en 1824, es una obra maestra que reúne los mejores ingredientes de la novela gótica, la intriga y el estudio de la mente de los personajes. Hogg concibió esta novela metafísica de manera que fuese tomada por una historia real, y llegó a incluirse a sí mismo como personaje secundario en esta caja de sorpresas narrativa. Tal vez sea difícil encontrar una obra, si se exceptúa «Los elixires del diablo», de E.T.A. Hoffmann, donde el tema del doble sea tratado con tanta intensidad como en esta obra clásica de la ficción sobrenatural. La composición de la novela es realmente moderna, pues aparece primero el relato del editor, un observador supuestamente objetivo, y después las memorias del protagonista, confesiones que son un ejemplo de estudio psicológico de un asesino.
Robert Bloch (1917-1994) empezó a publicar muy joven, a los18 años, y enseguida se convirtió en autor cotizado de las páginas de lasrevistas de género más importantes de Norteamérica y del Reino Unido, y enespecial de la mítica 'Weird Tales”, además de colaborar asiduamente en laradio, en la televisión y en el cine, donde ganó fama universal gracias a laadaptación que hizo Alfred Hitchcock de su novela «Psicosis». Discípulo de Lovecraft en sus primeros años, prontodesarrolló un estilo propio que no tardaría en hacer escuela no solo entre losescritores pulp, sino entre los periodistas de sucesos. Su indiscutible talento llamó la atención tanto de Lovecraftcomo de August Derleth, que editó sus primeros libros en la célebre editorial“Arkham House', donde apareció por primera vez, en 1960, la presentecolección de cuentos: «Dulces sueños...» Las quince Historias que integran el presente volumen nosrevelan a Robert Bloch no sólo como maestro del terror, sino como cronista dela América profunda, una América brutal, terrorífica, demoledora, haciendo dela fantasía un vehículo con el que transitar humorísticamente (o'macabramente') por los riscos del género, fiel siempre a su tesis:la realidad es infinitamente más terrorífica que la ficción; un loco es muchotemible que el más cruel de los vampiros de la tradición literaria. Hay aquí, claro está, historias de vampiros y de fantasmas,como hay historias de alucinados y de inocentes que matan. E historias de niñosperversos y de adultos adánicos no menos perversos... La gran virtud de estoscuentos radica en que al final no sabemos quién es más temible, si el vampirocon toda su tradición cultural y libresca, o el inocente que mata precisamenteporque quiere ser bondadoso. Como dijo Bloch en una nota de 1993, para unarecopilación de sus cuentos: «Espero que devoren ustedes estos cuentos... antesde que ellos les devoren a ustedes».
Gustav Meyrink (Viena, 1868), hijo ilegítimo de la famosaactriz María Meyer y el barón Karl von Varnbüler, acudió al colegio en Múnich yHamburgo, y cursó el bachillerato en Praga. A partir de entonces su destinoquedó unido a esta ciudad. Sus peculiares aficiones, su turbulenta vidanocturna, su magnética personalidad y un sentido del honor que le obligaba abatirse continuamente en duelo, le convirtieron en el terror de la burguesíapraguense. Meyrink se consideraba clarividente y practicaba el espiritismo.Adquirió gran dominio del cuerpo y de la mente gracias al yoga, experimentó condrogas y llegó a ser un consumado alquimista. Las obras de Meyrink, entre lasque se encuentra su inmortal novela «El Golem», parecen emerger deprofundidades fuera del tiempo y gravitan entre lo demoníaco, lo grotesco y losublime en la indagación de enigmas que han fascinado a la mente humana desdeel origen de los tiempos. «El ángel de la ventana de occidente», última novela de Meyrink,narra la fantástica historia de un hombre que, tras hacerse cargo de lospapeles de un primo difunto, comienza a tener pesadillas y visiones sobre suantepasado, el enigmático John Dee, célebre ocultista inglés que vivió entre1527 y 1609. Recibe entonces la visita de dos extraños personajes, elmisterioso Lipotin y la seductora Assja Chotokalungin, que le reclaman lalegendaria punta de lanza de Hoël Dhat, de la que él nada sabe. La acción de la novela, que transcurre en Inglaterra,Polonia y Praga, oscila entre lo real y lo onírico, y viaja desde losalbores del siglo XX al reinado deIsabel I. El relato pretende ilustrar la ley del karma, así como exponer losfundamentos de la verdadera alquimia: procurar al ser humano un vehículoinmortal para lograr la resurrección de la carne.
Gustav Meyrink (1868-1932) entró en el mundo literario forzado por unas circunstancias adversas que dieron un vuelco radical a su vida. Joven propietario de un banco de Praga, provocador de escándalos, duelista, estudioso del ocultismo, fue víctima de una confabulación que estuvo a punto de costarle la libertad y la salud al ser acusado de desfalco. Por fortuna se declaró su inocencia, y poco después tuvo que hacer pública su bancarrota. La literatura se convirtió entonces en su refugio y en un precario medio de vida. En su obra, Meyrink vertió no sólo sus profundos conocimientos de ocultismo, alquimia, espiritismo y de las más variadas corrientes esotéricas, sino también una aguda intención crítica y satírica, fruto de los roces con la sociedad de su tiempo. El monje Laskaris y otros relatos extraños y esotéricos, reúne una selección de relatos extraídos de sus colecciones originales Historias de alquimistas y Murciélagos, que participan de los temas de sus grandes novelas (El golem, El Ángel de la Ventana de Occidente, El dominico blanco). Todos ellos son pequeñas piezas maestras (entre las que destacan El ópalo y El cardenal Napellus) que reflejan las peculiares obsesiones del autor: la alquimia, la búsqueda de la piedra filosofal, la inmortalidad del hombre... fruto de su tenaz estudio de la literatura especializada y los textos de personajes históricos como Roger Bacon o John Dee. Como dijo Max Brod: «los relatos de Meyrink ejemplifican el non-plus-ultra de todo escrito moderno. Su magnífico colorido, su escalofríante y extraña inventiva, su agresividad, su concisión de estilo, su abrumadora originalidad de ideas, tan evidente en cada sentencia y frase que parece que en ellas no hubiera nada gratuito».
Robert Bloch (1917-1994) quedó cautivado por las Historias fantásticasy de terror desde que, a los nueve años, descubriera a Lon Chaney en la versiónmuda de la película «El fantasma de la Ópera» (1925). Semejante revelaciónpronto daría paso a la febril lectura de Poe, Arthur Machen y los relatospublicados en la revista Weird Tales, en especial aquellos firmados por H.P. Lovecraft,con quien empezó a cartearse a los dieciséis años. Pronto esta revista vería aparecer su primer relato,'El secreto de la tumba' (1934). Bloch escribió más de trescientoscuentos de terror, misterio y ciencia ficción, así como veinticinco novelas -entreotras la famosa «Psicosis» (1959)-, pero también tuvo un papel relevante en loscomienzos de la televisión como guionista de doce capítulos para la teleserie«La Hora de Alfred Hitchcock» o, posteriormente, como autor de tres Historiasoriginales para la mítica serie «Star Trek» en su primera época. «El que abre elcamino» (1945) reúne los primeros relatos escritos por Robert Bloch, y entreellos encontramos desde historias inspiradas por los temas clásicos del terror,como 'Madre de las serpientes' (sobre los misterios del vudú),'El que abre el camino' y “Los ojos de la momia' (de ambientaciónegipcia), o el destacable “Suyo afectísimo, Jack el destripador' (en elque el asesino de Whitechapel reaparece en Boston en los años cuarenta), Hastacuentos de Horror cósmico, en la línea de Lovecraft, como “El vampiro estelar”(protagonizado por un místico de Providence, doble de su maestro y amigo HPL), “El dios sin rostro' o 'El demonio negro'. El volumen recoge, además, tres de los últimos relatos deBloch, escritos en 1991: “Las cuatro esquinas de la cama de la vida”, “Atrapada en el saco” y “Un exhorto creativo”.
En 1790, un año después del estallido de la Revoluciónfrancesa, el marqués de Sade espuesto en libertad en el manicomio de Charenton, donde había sido trasladadodesde la prisión de la Bastilla. Entre 1787 y 1788 Sade había redactado enveinte cuadernos una serie de narraciones ordenadas de manera que a una“aventura pícara” siguiera una aventura seria o trágica. Al quedar en libertady acuciado por necesidades económicas, Sade decide a instancias de su editorrelegar estas historias y dar a la imprenta en su lugar una serie de novelaslibertinas anónimas, de cuya paternidad renegará una y otra vez, como Lafilosofía en el tocador y La Nueva Justine. Pero en losaños siguientes, sus pretensiones literarias y un afán por salir del anonimatole mueven a preparar meticulosamente las once “nouvelles” que van aformar Los crímenes del amor. La obra aparecerá en 1800, y es la primera que publica consu nombre. Para poder inscribirlo en la cubierta, Sade ha tenido que suprimir términosescandalosos, “escabrosos o impíos” de labios de sus libertinos: el erotismoinicial queda suavizado ante el temor a ser acusado de indecencia por lacensura. Abre la colección, que se publica por primera vez íntegra encastellano (incluidos los fragmentos suprimidos por el autor), una trama basadaen un hecho histórico, Juliettey Raunai, y conforme avanza el volumen, Sade se va liberando de ladescripción y comienza a ofrecer personajes cada vez más monstruosos. Así, apartir del relato Rodrigo, o latorre encantada se abre paso el tema del incesto, que alcanzaalturas trágicas y edípicas en las últimas historias. Incesto buscado comoforma suprema del amor en Ernestina,o cometido por error en Florvilley Courval, o el fatalismo. El “divino marqués” logra una negruraambiental y psicológica propia de la novela gótica en estos relatos, quedescriben el viaje de la pasión hacia el crimen.
Rastreando en legajos olvidados y haciéndose eco de las historias que la tradición popular había convertido en verdaderas leyendas, Alexandre Dumas fue entregando a la imprenta la reconstrucción fidedigna de todos aquellos crímenes históricos que habían llegado a ser célebres, ya fuera por lo macabro y sangriento de su ejecución, o por el horror de la propia justicia de la época, que aplicaba la tortura más inhumana para conseguir las confesiones de los condenados. El misterio, el horror, las escenas de pesadilla, la tortura, el desenfreno de las pasiones… son los elementos de los que se nutre la literatura gótica, y que Dumas recogió de la realidad para dar cumplido testimonio a sus lectores del tenebroso corazón de los hombres. De esta diversidad de «dramas judiciarios», tan del gusto de un público romántico ávido de horrores, hemos escogido cuatro casos que destacan por su truculencia e intensidad dramática: Los Cenci, La Marquesa de Brinvilliers, Urbano Grandier y Vaninka.
Charles RobertMaturin (1780-1824), autor de la inmortal novela gótica «Melmothel errabundo»(1820) –colección Gótica nº 21–, tomó prestado a los veinticuatro años elcastillo de Udolfo de Ann Radcliffe, lo rebautizó con el nombre de Muralto –unguiño al canónigo de san Nicolás, de Otranto–, encendió una vela y se sentó acontarnos la horrible tragedia de la familia Montorio. Una historiaespeluznante. Maturin había estudiado en el Trinity College de Dublín, suciudad natal, y tras graduarse se sumerge de manera absorbente en el estudio deobras de muy diversos géneros que van cayendo en sus manos, ya sea filosofía,teología, historia, novela o poesía. No obstante, la literatura es la granpasión de su vida, la pasión que le transporta y le arrastra finalmente hastael mismo borde de la locura. Se ordena clérigo en 1803, y desde entonces tratade hacer compatible su carrera eclesiástica con la de novelista y autorteatral. Acabó su primera novela, Venganza fatal en 1806, que publicó al año siguienteen Londres bajo seudónimo, y en 1816 estrena su famoso drama Bertram. Despuésde escribir tres novelas más sin gran éxito entre 1808 y 1818, publica sumonumental Melmoth en 1820, obra cumbre de la literatura gótica. «La familia de Montorio» (aparecida originalmente con el título de «Venganza fatal») esun relato oscuro, una maraña de historias lo vuelven intrincado. Maturin vacontando a un tiempo, separadamente, las zozobras de Ippolito y de Annibal, loshermanos Montorio, con los que viajamos a pie y a caballo por buena parte de laregión de Nápoles. Sobre ellos se cierne la influencia de un personajesiniestro, “el desconocido” para Ippolito y “el confesor” para Annibal. Unafatalidad traba las vidas de los moradores del castillo de Muralto –formidable,ennegrecido, silencioso–, residencia de la familia Montorio, y sus destinos sedeslizan de forma inexorable hacia la catástrofe final.
La escritora Shirley Jackson (1916-1965) publicó su primera novela «The Road Through the Wall» en 1948, a la que siguieron «Hangsaman» (1951), «The Bird’s Nest» (1954), «The Sundial» (1958)y «We Have Always Lived in the Castle» (1962), que obtuvo una valiosa publicidad extraliteraria cuando al marido de Shirley Jackson se le ocurrió hacer público, en las páginas de un conocido rotativo, que su autora había practicado la brujería, cosa que ésta negó rápidamente. No obstante, después de su muerte, se supo que semejante desmentido sólo trataba de evitar el rechazo de la opinión pública hacia su persona. Según explicó su hijo, Laurence Hyman, su madre poseía un tablero Ouija y cartas del tarot y sabía perfectamente cómo utilizarlos, además de unos quinientos libros sobre ocultismo. «La maldición de Hill House» («The Haunting of Hill House», 1959), considerada una de las principales novelas de horror del siglo XX, narra el inquietante experimento de John Montague, doctor en Filosofía y antropólogo, que lleva años entregado al estudio de «las perturbaciones psíquicas» que suelen manifestarse en las «casas encantadas». Infructuosamente ha buscado una casa idónea, cuando un día oye hablar de Hill House, una mansión solitaria y de siniestra reputación. Montague decide alquilarla y busca ayudantes dispuestos a pasar una temporada en ella: Eleanor, una mujer desdichada que, tras once años cuidando a su arisca madre inválida, se ha vuelto una persona solitaria; Theodora, joven alegre y curiosa, seleccionada por su increíble capacidad telepática; y Luke, vividor y mentiroso, incluido en el grupo por exigencia de la propietaria, su tía. El objetivo: tomar notas de cualquier fenómeno paranormal que se presente para documentar el libro sobre casas encantadas que prepara el doctor. Las alucinantes experiencias que vivirán en la casa será mejor que el lector las descubra por sí mismo.
La desaparición de Johnny Favorite, una de las más importantes estrellas del mundo del espectáculo norteamericano, un vocalista de voz aterciopelada con un talento sin igual y una diabólica reputación, obliga al detective privado Harry Angel a recorrer las calles de Nueva York a la luz de los neones y a visitar los locales de jazz llenos de humo para intentar localizarlo. Se pierde, así, en un mundo de pesadilla, entre atroces rituales de vudú y magia negra, en el que los testigos se convierten en cadáveres y las pistas se disuelven en charcos de sangre. Desde la guarida de una bruja en el elegante Upper West Side hasta el siniestro carnaval de monstruos en Coney Island, pasando por los sangrientos aquelarres subterráneos, Angel deberá enfrentarse a todo ello para vencer a un satánico adversario… y parece que el precio de la victoria será terrorífico… El ángel caído se abre como una clásica novela negra de detectives y se va transformando gradualmente en un relato de horror sobrenatural de final memorable. En palabras de Stephen King: Es como si Raymond Chandler hubiese escrito «El exorcista»… Novela en la que se basa la película El corazón del Ángel.