«Este viaje es así. Necesita tanto enredos como combustible. Perder el tiempo con las historias que voy encontrándome no retrasa el viaje sino que le da movimiento». Recorrer la costa portuguesa, de Caminha a Monte Gordo, es uno de los viajes más bellos que se pueden hacer en Europa. Hay muchas formas de recorrer esa costa magnífica, increíblemente variada y armoniosa. Este es un viaje de reportero, una narración que da cuenta de las carreteras, los paisajes, las playas y las ciudades, pero también de las personas y las historias. Un casino en un pueblo, una capilla que despareció misteriosamente, la última noche de una discoteca de playa, un camping prohibido para los campistas, una comunidad basada en el amor libre, un hombre que vive solo en una isla, un pescador que se comunica con los peces. ¿Qué se puede descubrir cuando, con una moto, una tienda de campaña y todo el verano por delante, nos sumergimos en el mundo del litoral portugués? Este libro es una colección de hallazgos de viaje: formas de vida, sombras del pasado y pequeñas utopías redentoras. Puede leerse como una guía de las playas y los caminos, como un diario de aventura o como un ensayo sobre la identidad portuguesa.
Ensayo, Ciencias naturales, Historia, Viajes, Otros
Una noche estrellada es una de las maravillas más impactantes de la naturaleza, pero en nuestra era, éstas son tan luminosas que es casi imposible experimentar la verdadera oscuridad. La exposición a la luz artificial ha probado ser un factor que afecta el ambiente, el bienestar y la salud: desde trastornos del sueño hasta casos de cáncer. En este libro, Paul Bogard viaja por el mundo en busca del hogar de la verdadera noche; en su recorrido, mezcla narrativa personal, historia natural, salud, ciencia y folclor para mostrar exactamente qué hemos perdido, qué nos queda y qué podemos aún recuperar. Desde el hotel Luxor en Las Vegas –el lugar más brillante del planeta– hasta los desiertos más inhóspitos, nuestra experiencia moderna de la oscuridad se convierte en una breve y escueta vivencia. En una época en que la luz artificial se ha extendido desde las ciudades hasta los suburbios y pueblos rurales en donde las noches no son ni la sombra de lo que eran hace veinte años, el autor observa las maneras en que la naturaleza lucha por seguir existiendo. La contaminación lumínica es una de las pocas que aún podemos combatir y el recorrido panorámico del planeta que este libro hace nos da suficientes razones para apagar la luz… al menos esta noche.
Desde niño, Paul Theroux no es capaz de escuchar el silbido de un tren sin sentir un deseo imperioso de subirse a él. Ahora bien, al contrario que el viajero tradicional, que utiliza este medio de transporte de forma meramente utilitaria para llegar a su destino, lo que a él le interesa son los ferrocarriles mismos. Tomar todos los trenes que encontrara desde la estación Victoria londinense hasta la estación Central de Tokio: ésa es la propuesta viajera que se hizo, y que dio pie a un apasionante periplo de cuatro meses en los que recorrió, casi siempre en ferrocarril, parte de Europa, Turquía, Irán, Pakistán, la India, Birmania, Tailandia y Camboya, para pasar al Japón y regresar luego a Londres en el tren transiberiano… Una aventura colosal, convertida en una de las obras clave de la literatura de viajes de su siglo.
Ryszard Kapuściński, el «periodista legendario» en palabras de Franco Marcoaldi, nos ofrece un fascinante relato de recuerdos y exploraciones de la Unión Soviética absolutamente imprescindible, un fascinante reportaje polifónico, uno de los grandes libros de la década. Kapuściński realizó entre 1989 y 1991 un largo viaje por los vastos territorios de la Unión Soviética. En esos años decisivos, cuando el imperio presentaba ya síntomas de derrumbe, este implacable e incisivo cronista de su siglo visitó quince repúblicas y habló con cientos de ciudadanos acerca de las extraordinarias experiencias que les había tocado en suerte vivir, y el terror del cual estaban saliendo. Este libro (que comprende también un relato de las primeras incursiones de Ryszard Kapuściński en la Unión Soviética, entre los años 1939 y 1967) es el producto de una carrera contra el tiempo para atrapar las memorias de los anónimos protagonistas de la Historia antes de que los terribles y pasmosos acontecimientos de esos años entren para siempre en el pasado. Guiado por su curiosidad insaciable y su pasión por la verdad, Kapuściński nos cuenta el derrumbe de este imperio desde el interior mismo de la ballena, con el íntimo conocimiento que le otorga ser un ciudadano polaco cuyo propio país fue una de las colonias periféricas de dicho imperio.
Jordi Esteva es sin duda uno de los escritores de viajes más destacados de la literatura española. Con El impulso nómada nos ofrece las claves para entender las razones íntimas del viaje, del movimiento, de la necesidad ineludible de partir.
Libro de cariz memorialístico, El impulso nómada narra la infancia y la adolescencia del autor durante las que, impelidas por la aridez de los años del franquismo, se despiertan en él la curiosidad por lo diferente y la fascinación por lo lejano. «Un día me iré y no me veréis más», pronunciaba de niño una y otra vez, mientras se enfrascaba en los libros de geografía, los atlas y los mapas.
Más adelante, el libro se detiene en el descubrimiento de la homosexualidad y la descripción de la Barcelona underground de los años setenta, un tiempo de una gran creatividad y a la vez marcado por la capacidad destructiva de la droga. Se narran los primeros viajes a Sudán y la India, y principalmente la estancia de cinco años en Egipto, país en el que Jordi Esteva llegó a integrarse en los círculos intelectuales y artísticos, con la inevitable implicación en política, hasta que las amenazas de la policía secreta egipcia, con períodos de prisión incluidos, le obligaron a marchar.
Se había roto el sueño del nómada, la posibilidad de vivir en Egipto y formar parte de un mundo distinto. Y la Barcelona a la que Esteva regresó era ya presa del desencanto a medida que la ciudad se encaminaba a la especulación postolímpica y a la banalización turística, mientras el sida iba haciendo estragos entre los amigos.
«El infinito viajar» reúne cerca de cuarenta crónicas de viaje publicadas en el «Corriere della Sera», e incluye un prefacio donde Magris contrapone dos formas de entender el viaje en nuestra cultura: la concepción clásica del viaje circular, que implica el retorno final, y la moderna, en la que el desplazamiento es rectilíneo y cuya meta no es otra que la muerte. Muerte que se intenta diferir mediante «vivir, viajar y escribir», tres facetas de una experiencia que está en el origen de una nueva forma de la literatura donde se diluyen las fronteras entre relato, ensayo y libro de viajes. Los textos abarcan un amplio espectro geográfico, empezando en España hasta China, Irán o Vietnam, y en ellos se conjura la indiferencia con una curiosidad que es afán de conocimiento.
¿Se puede narrar un país, esa entelequia? ¿Es posible articular con palabras la abigarrada suma de confusiones que hierve bajo la solemnidad triste o hueca de una bandera? Tal vez no. Alguien, sin embargo, ha logrado narrar la persecución de ese relato y convertirla en el gran hallazgo. Un hombre contempla la carretera: «Sería un alivio tener una misión. Pero no aspiro a tanto —escribe—. Me contentaría con saber qué estoy buscando. Quizás, en el camino, lo consiga». Lo consigue porque hallará la búsqueda. El Interior es la dilatada niebla suspendida a espaldas de las patrias que alardean de su fachada. El exterior de Argentina se llama Buenos Aires: más allá comienza el olvido. Martín Caparrós salió a su encuentro armado con el oficio de los grandes narradores (buena pluma y mejor oído); lo contempló en pías iglesias y sórdidos burdeles, en caminos polvorientos, lejanas aldeas, estancias, hospitales y quebradas; lo escuchó en malhechores y carceleros, optimistas y desesperados, víctimas y verdugos, amos y peones, santas y putas. ¿Dónde están las añoradas esencias? «Cuando escucho la palabra esencia saco mi revólver», responde el viajero. Hay otras peguntas no menos esenciales y otras respuestas literalmente aventuradas. Este libro es la crónica de esas aventuras y de una melancolía. Un testimonio implacable. Una impecable melancolía.
¿El Japón de Murakami o el Murakami de Japón? La historia de la cultura japonesa ha demostrado cierta habilidad para plasmar unos valores, una sensibilidad, una sustancia, unos significados reconocidos como característicamente nipones. Haruki Murakami no es una excepción a esa tendencia porque en cada una de las páginas de sus novelas está Japón; se aprecia en las palabras, en los gestos, en los valores y en los sentimientos de los personajes, en la raíz de sus búsquedas. El Japón de Murakami pretende demostrar esta realidad a través de leivmotiv "murakamianos" que dibujan distintos itinerarios: el consumismo exacerbado del Japón de la década de 1980, el de los cambios en los valores sociales, el de la violencia soterrada, el de la crítica acerba al sistema, el del cambio de siglo; recorridos también literarios: el vacío en forma de ausencia, la estética, la religión, la naturaleza, los mitos, los sueños, el amor, que atraviesan lo meramente anecdótico, llegan a lo emocional y explican un binomio perfecto hasta ahora insólito: Murakami-Japón. A través de la visión de Carlos Rubio, uno de los mejores especialistas en literatura japonesa, el lector conocerá y descubrirá de forma amena aspectos de la cultura y de la sociedad de Japón mientras asiste a un recorrido por la poética de uno de los novelistas más aclamados de los últimos tiempos.
El largo viaje es el relato de diez meses navegando en solitario. El periplo significó una vuelta y media al mundo a través del mar, que, «según el viento, según el cielo, según que el ocaso fuera rojo o gris, ruge, murmura o gime bajo el casco».
En la obra descubrimos la audacia, calculada y prudente, de un marino fuera de serie que decidió llegar hasta el límite de la resistencia humana y de la de su barco, sobre un mar a veces en calma y a veces rugiente como una fiera.
Se trata de la travesía más larga en solitario: 37.455 millas sin tocar tierra.
Pero «el largo viaje» fue también tiempo para reflexionar. «Cuando se han bordeado las grandes extensiones hasta las estrellas, más allá de las estrellas, se tiene una nueva visión de las cosas».
Rehusar el regreso a Europa y su civilización, una vez completado el ciclo, para dirigirse al Pacífico en busca de «la isla», es una forma de la consciente revuelta frente a los falsos valores del mundo moderno.
El largo viaje es un canto, un poema a la mar, donde el hombre, su barco y los elementos se funden y vibran al unísono.
«El lazarillo de ciegos caminantes» es un libro de viajes, género muy frecuente en el siglo XVIII y que produjo abundantes obras descriptivas de las poblaciones y la geografía de América española. Empero, indica el literato Antonio Lorente Medina, un rasgo peculiar de «El lazarillo»... es el empleo del lenguaje literario, particularmente los recursos de la novela picaresca, tales como el humorismo satírico, las anécdotas, los refranes, etc. El mismo título de la obra se distingue de otros relatos más asépticos de la época titulados Viajes, Relación de viajes, Historia de Viajes, etc. No obstante, lo central en el libro es la descripción realista de la sociedad, a la cual se subordina el arte literario. En «El lazarillo»..., Carrió defendió a los españoles, criticando las acusaciones que se les hacía de maltratar y/o esclavizar a los indígenas. Con respecto a los criollos, los defendió de las acusaciones formuladas sobre ellos en Europa, pero por otro lado reconoció su rivalidad con los peninsulares. Con respecto a los otros grupos raciales de América, consideró a los indígenas como holgazanes, idólatras y viciosos; aunque los estimó como inteligentes e inclinados a las artes y a las ciencias, además de resistentes al sacrificio y la obediencia. Con respecto a los negros y a las otras castas, vio en ellos el nivel más bajo de la vida social, y se refirió poco a ellos, destacando su «barbarie y grosería». Carrió ofrece en el relato de «El lazarillo» abundante información sobre su siglo. En lo referente a su oficio, explica la importancia del comercio de mulas en América del Sur, con los costos respectivos de las rutas y las distancias de las localidades respecto a los principales pueblos y ciudades. Nuestro personaje describe los más importantes centros urbanos (Montevideo, Buenos Aires, Cusco, Lima, etc); el significado de los topónimos; las comidas regionales; las vestimentas; las enfermedades comunes; los juegos y diversiones (corridas de toros, serenatas, juegos, carnavales); el bilingüismo castellano/quechua y castellano/aymara; las dificultades de la evangelización de los nativos, etc. Esta edición digital se ha realizado a partir de la que figura en la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes (2001), que parte de la publicación de Ediciones Argentinas Solar, Buenos Aires, 1942. Se han recuperado algunas características de la edición original al objeto de enriquecer la edición, como diseño de tablas, letras capital, títulos de apartados, etc.
«Un hombre sale de viaje y es otro quien regresa». Éste es el sentido del viaje de Matthiessen, y de todo auténtico viaje. En otoño de 1973 el escritor Peter Matthiessen y el zoólogo George Schaller emprendieron una expedición a la Montaña de Cristal, en la meseta del Tíbet, para estudiar los hábitos de un animal no muy conocido: el bharal o cordero azul himalayo. Pero su auténtica esperanza era poder ver al más hermoso y raro de los grandes felinos: el leopardo de las nieves. Para Matthiessen, adentrarse en la tierra de Dolpo significará mucho más que una expedición naturalista o una aventura: despojarse de las ventajas y las ataduras de la civilización, convivir con hombres y paisajes en su más elemental belleza, adentrarse en él mismo por las vías que le proporcionan el budismo o el zen.
Marco Polo (1254-1324). En su vejez, preso de los genoveses después de una batalla olvidada, Marco Polo dicta a un compañero de celda sus relatos de viajes. “El descubrimiento” o “Libro de las maravillas del mundo” es probablemente uno de los libros de viaje más famosos e influyentes de la historia. Con él, Europa conoce la existencia y la forma de vida de la otra parte del mundo.Es imposible adivinar el gran impacto de una Europa medieval frente a las vívidas descripciones de Marco Polo sobre la vida de palacio en una China lejana, desconocida y exótica. Asimismo llegan con su voz, las imágenes de Siam (actualmente Tailandia), Cipango (Japón), Java, Cochinchina (actualmente parte de Vietnam), Ceilán (Sri Lanka), Tíbet, India y Birmania (Myanmar).Pensemos que se convirtió en la única fuente de información y referencia sobre la geografía y costumbres de una gran parte del mundo conocido hasta entonces.Los planos de sus recorridos por las costas orientales, ayudaron a Cristóbal Colón a soñar una ruta nueva hacia las Indias…
El Louvre: tan solo el nombre evoca escenas de arte y elegancia, y de grandes salones repletos de belleza y personas paseando por ellos, susurrando entre sí acerca de las glorias que están presenciando. Incluso quienes nunca han estado en el Louvre conocen algunas de sus posesiones más preciadas, desde estatuas antiguas hasta la “Mona Lisa” de Leonardo da Vinci. Como el museo más grande del mundo, el Louvre es incuestionablemente el mayor escenario cultural de París, una ciudad que desde hace mucho es considerada como el centro cultural de Europa. La vida, sin embargo, rara vez es tan sencilla como uno la imagina, y la vida del Louvre no es diferente. Si bien casi todo el mundo está familiarizado con su historia como un museo de arte, la historia del Louvre se remonta 800 años, y solía tener propósitos muy diferentes, como una fortaleza medieval y una residencia palaciega para los reyes franceses. El Louvre fue testigo de asesinato en masa durante la Revolución Francesa, y desde su inauguración ha habido incontables acusaciones de robo y otras acciones cuestionables. Además, el museo es también un clásico ejemplo de “convertir espadas en arados”, pues ha sido en gran medida abastecido mediante conquistas de guerra. Su primera colección fue puesta en exhibición por un rey que quería compartir su colección personal de arte con sus súbditos. Después de la Revolución Francesa, el Louvre se convirtió en un lugar de refugio ascético, donde aquellos agobiados por la vida cotidiana podían ir, a menudo sin ningún costo, y visitar algunas de las piezas de arte más hermosas del mundo. Mientras el hambriento de poder Napoleón hacía la guerra en todo el continente, también estaba siempre a la búsqueda de artículos hermosos e interesantes que enviar a casa para su pueblo. Más adelante, cuando saqueadores intentaron incendiar el edificio, la porción del palacio que era el museo sobrevivió, casi milagrosamente, y cuando los nazis ocuparon París, encontraron que casi todas las piezas de valor habían sido extraídas y puestas a salvo. Irónicamente, cuando terminó la Segunda Guerra Mundial el museo se convirtió en un refugio para artículos robados por los alemanes de todas partes del mundo, y en un canal para regresar las piezas a sus legítimos dueños. Incluso ahora, en el siglo XXI, el museo sirve como un puente para la paz y el entendimiento; su más reciente galería fue diseñada para exhibir arte islámico, con la esperanza de unir a la gente de diferentes culturas. Esto es, por decir poco, un gran cambio de ritmo para una fortaleza destinada originalmente a repeler invasores. Muchos creyeron que el “Zarato de todas las Rusias”, que tuvo su origen con el muy apropiadamente llamado Iván el Terrible, había contribuido a la desaceleración del progreso de la nación. No les fue mejor a los ojos de las principales potencias de Europa en este tiempo, que abiertamente los descartaron como “bárbaros” que dirigían una sociedad “al revés” o “de retroceso”. Era claro que Rusia estaba irremediablemente atrapada en una especie de edad oscura. Catalina la Grande llegó al poder en plena Ilustración, que estaba floreciendo en Francia y Gran Bretaña, y gobernaría como una gobernante ilustrada. Catalina, conocida correspondiente de Voltaire, buscó modernizar a Rusia y convertirla en una fuerza por derecho propio, creando a la vez una corte rica y culta. En el transcurso de sus casi 35 años en el poder, Catalina marcó el comienzo de la Ilustración rusa y presidió durante un periodo de tiempo conocido como la Edad de Oro del Imperio ruso. El Louvre y el Hermitage: la historia y el contenido de los museos de arte más grandes de Europa narra la notable historia de los museos y perfila algunas de sus piezas más importantes. Junto con imágenes que representan personas, lugares y eventos importantes, aprenderá sobre el Louvre y el Hermitage como nunca antes.
David Jiménez nos traslada a paraísos por descubrir, reinos perdidos, guerras olvidadas, héroes improbables y lugares donde se cruzan los extremos de la condición humana.
El lugar más feliz del mundo es como la propaganda de Corea del Norte que describe un país secuestrado por la peor tiranía de nuestro tiempo. También es una de las paradas del corresponsal de El Mundo en un recorrido en el que se adentra en la prisión camboyana donde cumplen condena los pederastas más peligrosos, asiste a la llegada de la televisión al reino de Bután, acompaña a un grupo de mafiosos yakuza en su intento de abandonar el hampa o permanece en la desierta ciudad de Fukushima tras el accidente nuclear que mantuvo al mundo en vilo.
Es a partir de estas experiencias, a menudo en lugares tomados por la desesperanza, donde el autor encuentra a los personajes más fascinantes, las situaciones más humanas y los actos de coraje capaces de hacernos creer en un mundo mejor.
Considerado por muchos el «Kapuscinski español», David Jiménez reúne en este libro el manual definitivo sobre el periodismo de reportajes, una excepcional radiografía sobre la naturaleza del individuo y un viaje vital de quince años en busca de un destino que a menudo está más cerca de lo que pensamos.
¿Dónde se encuentra la magnífica terraza de Mujeres al borde un ataque de nervios? ¿En qué lugar riegan a manguerazos a Carmen Maura? La magia del universo almodovariano está repleta de escenas memorables que rinden homenaje a Madrid. Esta guía te muestra los escenarios, y recorre, además, los cafés, librerías, museos, teatros, edificios y rincones secretos con más encanto de la capital. Un homenaje al director de cine y un festín para los mitómanos.
El estallido de la guerra civil no solo trastornó radicalmente la vida y destino de todos los españoles, sino que provocó un auténtico terremoto en el patrimonio histórico y artístico del país. Además de detallar los destrozos provocados por las propias acciones bélicas, el autor recuerda los incendios y desmanes que, en zona republicana, sufrieron las instituciones religiosas y se detiene en la oscura historia del Vita y las piezas del Museo Arqueológico. Sin embargo, El milagro del Prado se centra en la mayor amenaza para el patrimonio artístico español durante la guerra: la supervivencia de los más importantes cuadros del Museo del Prado, sacados durante meses y sometidos a unos riesgos innecesarios que podrían haber tenido un final trágico. Con su característico estilo ágil y directo, Calvo Poyato nos sitúa en el Madrid de comienzos de la guerra y nos sumerge en las vicisitudes a que quedó expuesto el que quizá sea el mayor tesoro español: las insustituibles piezas maestras del Prado. Una epopeya internacional —digna de una novela de aventuras— llena de intereses inconfesables, decisiones más que discutibles y reencuentros inesperados.
Esta obra es un recuento de anécdotas sobre la historia que gira en torno al Monasterio de Monserrat, el grandioso y magnífico templo situado en las faldas del macizo de Montserrat, seguramente uno de los más nombrados en el mundo cristiano. Desde su fundación en el año 835 ha sido visitado por un sinfín de reyes, príncipes y demás personalidades, lo que demuestra la gran devoción que a lo largo de la historia ha existido por la Virgen que se alaba en dicho santuario, que fuera incendiado por los franceses y restaurado en 1829 por don Antonio Celles, bajo el reinado de Fernando VII.
Una guía de viaje por la Ilíada y la Odisea. «Este libro —nos dice John Freely— quiere ser una guía por la Ilíada y la Odisea de Homero, que llevará al viajero desde Troya a lo largo de las costas del Egeo turco, y de allí hacia las playas del Mediterráneo, siguiendo las huellas de Odiseo cuando regresaba de la guerra de Troya y, después de muchas aventuras, volvió a su hogar y a su familia en Ítaca». Freely, que ha vivido muchos años en Grecia y en Turquía, y que tiene un buen conocimiento de los hallazgos recientes de la arqueología, no pretende ofrecernos una mera guía de viaje por los escenarios homéricos, sino que nos lleva a ellos con la Ilíada y la Odisea en la mano, en un recorrido en que el objetivo no es el paisaje, sino el mundo de Homero, con la intención de introducirnos en un universo de deslumbrante belleza, que sigue emocionando a los lectores de hoy, a los tres mil años de su composición.
A partir de las miles de páginas de textos «dispersos», Agata Orzeszek, su traductora, ha compuesto y ordenado este libro —en parte autobiográfico— que forma un collage de la obra de Kapuściński. Junto a fragmentos de sus libros (siete sin traducción española, entre ellos un volumen de poesía), incorpora una selección de ensayos, conferencias y entrevistas. Está articulado en tres partes. La primera —Mirando hacia atrás (sin ira)— ofrece un «viaje sentimental» al pasado: una infancia vivida en medio de la Segunda Guerra Mundial y la época de corresponsal (no sólo) de guerra; la segunda —Periodismo y literatura— desvela los entresijos del oficio de reportero y el taller del escritor; y la tercera —El mundo de hoy— constituye una profunda reflexión antropológico-histórico-sociológico-filosófica en torno a las grandezas (las menos) y las miserias (las más) del mundo contemporáneo. Cierra el libro un epílogo —Madrid, 11 de marzo de 2004— que recoge las declaraciones de Kapuściński en Varsovia a raíz del 11-M, destinadas expresa y exclusivamente a este volumen.
En el verano del 2004, Andoni Rodelgo y Alice Goffart lo dejaron todo por un sueño: alcanzar Extremo Oriente en bicicleta. Tras llegar a Japón dos años más tarde, continuaron viajando por el mundo hasta el 2013. En total, han recorrido 75.000 kilómetros por los 5 continentes. Durante esta aventura nacen sus dos hijos; Maia, en Bélgica (2007) y Unai en Bolivia (2011). Este libro cuenta su periplo por el mundo, invitando a degustar la poesía del viaje y admirar la belleza de este planeta, lleno de sensaciones, encuentros y descubrimientos. Un modo de vida y una experiencia única.